Según la wikipedia, la función logística o curva logística modela la función sigmoidea (en forma de la letra S que procede de la griega sigma)
de crecimiento de un conjunto. Al inicio de crecimiento es
aproximadamente exponencial; al cabo de un tiempo, aparece la
competencia entre algunos miembros del conjunto y por algún recurso
crítico ("cuello de botella") la tasa de crecimiento disminuye;
finalmente, en la madurez, el crecimiento se detiene.
Así es, aproximadamente, el crecimiento de un embrión (el óvulo fecundado comienza a dividirse y el número de células empieza a crecer: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64,...), pero el feto sólo puede crecer hasta un tamaño que el útero pueda soportar. También esta curva describe, con gran fidelidad, el crecimientode la población mundial.
Muchos de procesos similares siguen una evolución semejante. Nuestra misma percepción vital de momentos de ánimo, etapas de felicidad, o épocas de felicidad,...Gran cantidad de procesos naturales o curvas de aprendizaje de sistemas complejos muestran una progresión temporal desde unos niveles bajos al inicio, hasta acercarse a un clímax transcurrido un cierto tiempo; la transición se produce en una región caracterizada por una fuerte aceleración intermedia.
De forma que si nos encontramos por mitad de la curva vivimos un momento de crecimiento continuado y máxima serenidad, llegando al punto (a) donde vivimos nuestro mejor momento en este proyecto. Poco después, en el punto (b) sentimos que entramos en una situación de declive. Un truco para evitar este decadencia sería renacer una vez llegados al punto (a) en el que nuestra euforia y confianza es total. Ese es el momento adecuado de cambiar de rumbo y comenzar una nueva curva sigmoidea.
De forma que si nos encontramos por mitad de la curva vivimos un momento de crecimiento continuado y máxima serenidad, llegando al punto (a) donde vivimos nuestro mejor momento en este proyecto. Poco después, en el punto (b) sentimos que entramos en una situación de declive. Un truco para evitar este decadencia sería renacer una vez llegados al punto (a) en el que nuestra euforia y confianza es total. Ese es el momento adecuado de cambiar de rumbo y comenzar una nueva curva sigmoidea.
Puede
parecer contraproducente o arriesgado desprenderse en tan buen momento
para empezar de nuevo y seguir creciendo, pero seguro que es más fácil
abordar nuevos retos cuando se está en la cumbre que en situaciones de
depresión. Arrancar aprovechando la inercia del éxito en nuevos
proyectos personales y profesionales es lo óptimo, aunque no tiente el
dejarnos llevar por el ascenso que se muestra aparentemente sin fin. Lo
esencial es que empezar una nueva singladura no suponga abandonar todo
lo vivido (incluido el aprendizaje del fracaso), sino proseguir la senda
del crecimiento.
La información base procede de textos de papel varios, pero hay más referencias en este enlace,...
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