Psicología Positiva

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DE PSICOLOGÍA AL DÍA EVA PASTOR GONZALEZ

Desde nuestra propia experiencia, todos hemos podido comprobar, como lo negativo atrae más fácilmente nuestra atención y memoria.

La popular idea que "lo malo es más fuerte que lo bueno" es ampliamente compartida en muchas culturas. Aún así, podemos afirmar que el estado emocional habitual de los seres humanos es positivo y que estasemociones positivas no sólo favorecen, sino que derivan a una protección de la salud física y mental.

De la misma manera, los factores psicológicos positivos pueden tener una relación con la salud tan fuerte como los negativos. Pues bien, este efecto ha sido estudiado extensamente y está acorde con una de las ramas más recientes de la psicología, la llamada psicología positiva.

Veamos en detalle en qué consiste y cómo podemos aplicar sus elementos a nuestra propia experiencia vital diaria.

El primer rasgo distintivo de esta rama de la psicología, a diferencia de la tendencia tradicional de focalizarse en el síntoma, disfunción, debilidad o enfermedad, presenta como objetivo el aumentar el estado de bienestar de la persona, incrementar su felicidad y acentuar sus fortalezas personales. Así, el foco principal lo configuran ante todo, las emociones positivas y los rasgos individuales positivos para promover una vida plena y satisfactoria.

El modelo de las 3 vías de la felicidad

Martin Seligman, padre de la psicología positiva contemporánea, propuso descomponer el amplio, a la vez que abstracto concepto de Felicidad, en 3 componentes: emociones positivas o vida placentera; compromiso o vida comprometida y sentido vital. Estos elementos componen su modelo de las 3 vías de la felicidad. No obstante, existen otros factores relacionados con el campo que nos ocupa, como: el optimismo; el pensamiento positivo; la inteligencia emocional; la resiliencia (capacidad para recuperarse, tolerar o resistir tras una adversidad vital); la baja tendencia a la comparación social o las fortalezas y virtudes personales.

1. Centrándonos en el modelo de Seligman, para introducirnos en el concepto de las emociones positivas, la evidencia nos dice que tales emociones pueden actuar como defensa, protección ante el estrés, y pueden asistirnos para mejorar nuestra conducta y pensamiento. Varios autores coinciden en apuntar que las emociones positivas permiten ampliar y construir más variedad de pensamientos y acciones. Por ejemplo, generar un pensamiento más flexible y creativo; tolerar mejor el dolor físico; aumentar la resistencia ante adversidades; recuperar más fácilmente los recuerdos positivos; reducir las dudas. El objetivo yace en aumentar estas emociones positivas sobre el presente, el pasado y el futuro, y ampliar la intensidad y duración de las mismas.
2. Respecto a la vida comprometida, el objetivo principal es poner en práctica fortalezas personales. Unido al de llevar una vida dirigida al compromiso con el trabajo, las relaciones personales y el tiempo de ocio. En ello juega un papel destacado identificar las fortalezas propias, las individuales, en todas las áreas de la vida. Por ejemplo, si el elemento característico en una persona es la creatividad o la capacidad para resolver problemas, lo ideal sería dirigir su vida a desarrollar y aumentar las posibilidades para que pueda aplicarlas. Para ello, es fundamental ser consciente de tales fortalezas y considerar como éstas pueden ayudarnos ante la adversidad. Todos demostramos cuales son nuestras fortalezas en las tareas de la vida diaria que afrontamos y que muy a menudo no las reconocemos. Sólo es necesario que nos fijemos en nuestras habilidades, para actuar luego en consonancia.
3. Por último, el tercer elemento del camino hacia la felicidad según Seligman, es el desarrollo de un sentido vital; esto es, desarrollar nuestros objetivos personales. Llevar una vida en consonancia con estos objetivos genera un sentido de satisfacción y en suma una creencia de que uno vive y ha vivido bien.

Los seres humanos, como decíamos en el inicio del artículo, nos dejamos llevar por recordar los aspectos más negativos, atender a lo negativo y esperar lo peor. Lo importante radica en reeducar nuestra atención, memoria y expectativas para reconducirlas de lo negativo y catastrófico a los más positivo y esperanzador.

Jaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674
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