Respecto a si la Universidad debería enseñar a emprender, he utilizado mi decálogo personal que ya conoces por este blog (el que comparto en el exitoso Master de Emprendedores que dirige Sergio Fernández): Como el emprendedor/a es “la persona que se siente enganchada a un proyecto vital”, es imprescindible descubrir la propia vocación, no caer en “la trampa de la pasta” (he puesto como ejemplo a Richard Branson; leer la edición actualizada de Perdiendo la virginidad me parece imprescindible), liderar tu propia vida, explicar tu misión (“Si no puedes describir tu posición en menos de ocho palabras, es que no tienes una posición”, Seth Godin), emprender como Talento, venderse adecuadamente (optimismo vital), Hacer arte (conmover, según Zygmunt Bauman), mejorar (el Talento que no se aprecia se deprecia), hacer Equipo (la actitud “Sol@ ante el peligro” es suicida) y ser feliz.
¿Enseña la Universidad a Liderar? Me he referido a la etimología de la palabra Liderazgo (ese guía que marca la pauta, hace equipo e infunde energía), a su concepto como “Talento para influir decisivamente en l@s demás”, a las siete actividades del/la líder, a que “nadie motiva a nadie” (la motivación es intrínseca: autonomía, maestría, propósito), y a los intangibles como el 95-98% del valor de las empresas (capital humano, marca, capital clientes, expectativas de futuro).
Y finalmente, si enseña la Universidad a ser feliz. Imprescindible referirse a las investigaciones de Sonja Lyubomirsky (más de dos décadas analizando científicamente el concepto), a su 40% voluntario (10% son circunstancias externas: salud, dinero, amor; 50% de referencia de base) y sus “doce campanadas”: gratitud, optimismo, evitar darle demasiadas vueltas, amabilidad, relaciones sociales, resiliencia, perdón, fluidez, saboreo, objetivos, valores y ejercicio físico/mental (“ocuparte de tu cuerpo y de tu alma”).
Un honor y un placer participar hoy en este Foro. Mi agradecimiento a mi buen amigo Carlos Herreros, enorme coach, Presidente de Honor de AECOP como un servidor y al vicerrector Rafael Torres (vicerrector de Estudiantes, Empleabilidad y Emprendimiento de la UC), que tan amablemente me invitó.
Creo en una Universidad libre, ágil y que sirve a la sociedad, y no en una jerarquía férrea que sirva a sus propios intereses (como han demostrado Robinson y Acemoglu, ese tipo de instituciones fracasan antes o después).
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