Enfrentar un despido no es nada fácil, pero tampoco es tan malo: salir de su zona de confort y poner a prueba el emprendedor que lleva dentro puede llevarlo a la felicidad y al éxito financiero. Si no, mire cómo les fue a los 10 millonarios enumerados por la revista Business Insider que, tras quedar desempleados, se volvieron ricos. A continuación, descubra quiénes son estos privilegiados, se sorprenderá:
Steve Jobs
Tal como se muestra en el film “Jobs”, las diferencias del genio de Apple con John Sculley, quien ejercía como director ejecutivo de la compañía, terminaron por costarle su puesto dentro de la empresa que él mismo había fundado.
Este suceso se convirtió en uno de los momentos más duros en la vida de Steve Jobs. Pero tomó una decisión: Comenzar de cero. Los siguientes 5 años fueron el periodo más creativo en la vida de Steve Jobs. Guiado por su pasión por los negocios, creó una empresa llamada NeXT y otra llamada Pixar.
Walt Disney
De joven, el mítico Walt Disney trabajó para un periódico, del cual fue despedido en 1919 porque, según su editor, “le faltaba imaginación y no tenía buenas ideas”. Luego de un par de fracasos, este emprendedor se fue para Hollywood junto con su hermano y comenzaron a producir dibujos animados que luego se convertirían en insignias de la infancia de millones de niños y jóvenes al rededor del mundo.
J.K. Rowling
Se desempeñaba como secretaria en la oficina de Amnistía Internacional de Londres, pero su sueño era ser escritora. En secreto escribía historias en su trabajo, pero sus jefes cuando se dieron cuenta de la situación, decidieron despedirla. Con la indemnización obtenida producto de sus despido, JK Rowling aprovechó para dedicarse de lleno a escribir las historias de un joven mago llamado Harry Potter.
Oprah Winfrey
En la actualidad, Oprah es una de las mujeres más poderosas e influyentes del mundo entero, pero en sus inicios en la televisión debió enfrentar el fracaso luego de que fuese despedida de su trabajo como reportera en los informativos de la noche de la cadena de Baltimore WJZ-TV.
Lee Iacocca
Llegó a ocupar altos cargos en Ford Motor Company, pero sus diferencias con Henry Ford Jr lo llevaron al despedido. Lee fue seducido por la compañía Chrysler, que se encontraba en peligro de ir a la quiebra, y decidió dirigirla para rescatarla de su difícil situación. Pidió un gran préstamo y trajo sus ideas desechadas en Ford para reactivar la empresa. Trabajó al mando de Chrysler hasta 1992 y se le atribuye el resurgir de la compañía luego del fracaso.
Michael Bloomberg
Bloomberg fue socio del banco de inversión Salomon Brothers, pero en 1998 la compañía fue vendida y finalmente se convirtió en Citigroup. Michael se vio obligado a dejar su empleo, pero recibió una muy buena indemnización. Con el dinero recibido como indemnización, Bloomberg decidió iniciar su propia empresa de servicios financieros.
Anna Wintour
La carrera de la reconocida editora de Vogue comenzó en Nueva York como editora de moda junior en Harper’s Bazaar, pero su empleo allí solo duró nueve meses. Las ideas de Wintour eran innovadoras y poco convencionales, tanto así que ponían nervioso al editor quien finalmente decidió despedirla. Su despido no fue motivo para que cambiase su estilo, todo lo contrario, creer en sus propias ideas se convirtió en el elemento clave de su éxito.
Madonna
La reina del pop consiguió trabajo en Dunkin’ Donuts, pero su empleo solo duró un día porque la rebelde chica roció gelatina sobre todos los clientes. Posteriormente, Madonna trabajaría en diferentes puestos de comida rápida hasta que finalmente logró iniciar su carrera musical en 1979.
Robert Redford
En su adolescencia, Robert Redford era un empleado de Standard Oil. Su supervisor lo encontró dormido en el trabajo. En vez de despedirlo, lo cambiaron a otro departamento, donde finalmente, lo invitaron a que abandonará la empresa. Ser despedido le animó a proseguir sus otros sueños. Asistió a la Universidad de Colorado y se mudó a Nueva York para iniciar una exitosa carrera como actor.
Thomas Edison
Edison trabajaba para Western Union y su espíritu de inventor lo motivaba a realizar experimentos en la oficina. En 1867 derramó un poco de ácido causando daños en el piso y se vio obligado a abandonar su empleo. Ser despedido lo motivo a seguir inventando a tiempo completo. Dos años más tarde consiguió su primer patente y comenzó su camino hacía el éxito y hacía la riqueza.
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