jueves, 20 de febrero de 2014

"La sociedad que hemos montado se basa en la indefensión aprendida"

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/24/actualidad/1390589036_471070.html 

Marta Romo tiene 35 años y ya ha creado cuatro empresas y dos asociaciones, desde que a los 18 montase su primer negocio: un puesto de helados Camy. Para esta emprendedora la edad ha sido un obstáculo, porque su aspecto aniñado no resultaba creíble ante los directivos a los que tenía que formar para que lideraran sus organizaciones o para orientarles en sus carreras profesionales. Pero, como cree que todo es posible —“confiar en la vida y en tus capacidades es lo que te ayuda a crear”—, echó mano de dos de sus armas, la escritura y la ciencia, que se han convertido en sus mejores aliadas.
Esta pedagoga, coach, neuropsicoeducadora, especialista en programación neurolingüística y en eneagrama, está escribiendo su segundo libro en solitario (ha publicado cinco en equipo) y ha empezado a mejorar el cerebro de personas con trastornos de sueño, déficit de atención, epilepsia... con un aparato de neurofeedback que regula las ondas cerebrales, que acaba de comprar.
Así es como ha conseguido ganarse la credibilidad que necesitaba en un mundo, dice, “en el que el concepto de confianza está muy devaluado. La sociedad que hemos montado se basa en la indefensión aprendida. Desde pequeños ningún estamento nos envía el mensaje contrario. Ni educadores, ni políticos, ni religiosos, ni empresas nos dicen: ¡tú puedes! y nos creemos que no somos capaces de conseguir nuestros sueños”. En su caso, esa fuerza para pensar que todo es posible, que podía hacer aquello que se propusiera (lo que ella llama sus superpoderes), se la imprimieron sus padres. Y una profesora pedagoga, que le animó a hacer, a responsabilizarse, la llevó a estudiar la profesión de la que ahora está enamorada.
"La sociedad que hemos montado se basa en la indefensión aprendida"
Convencida de que “creer es crear”, Marta Romo recomienda precaución “porque lo que te construye a veces también te destruye”. Ella lo ha probado. “Cuando eres fuerte en algo, se te da bien, tiendes a utilizarlo permanentemente. Tanto que te llega a obsesionar y se convierte en tu debilidad. Es como una droga a la que hay que poner límites”, advierte. En su opinión, “todos somos neuróticos, aunque no estemos enfermos. Mi neurosis es que me encanta quedar bien con la gente y ayudarla. Y esa neura es la que me da de comer. Le estoy agradecida, pero tengo que tener cuidado porque es adictiva”.
Por eso ha aprendido, gracias a la neurociencia, que los pensamientos repetitivos y dirigidos pueden generar nuevos hábitos. “Si todos manipulan nuestros cerebros, los padres, los profesores, los políticos, la publicidad... ¿Por qué no vamos a manipularlo nosotros mismos en nuestro propio beneficio?”, dice.
Ahora, señala mientras da buena cuenta de las patatas soufflé, que tanto le gustan y de una carne argentina “bien hechita”, Marta se enfrenta a la tarea de pasar de ser emprendedora a empresaria. Be-Up, la consultora que fundó hace cinco años junto a su socia, Pilar Jericó, ahora tiene una plantilla de 23 personas y va a salir fuera de España. “El emprendedor disfruta tanto de lo que hace que interviene en todo. Ser empresario es descubrir el placer de ser prescindible, de confiar en la gente y en lo que has creado, para emprender en otras facetas de su vida, que es lo que quiero en este momento”, asegura esta pedagoga que iba para bailarina o misionera.

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