“Una vez, al observar un hombre como una mariposa luchaba por salir de su capullo, con demasiada lentitud para su gusto, trató de ayudarla soplando.
Y, en efecto, el calor de su aliento sirvió para acelerar el proceso. Pero lo que salió del capullo no fue una mariposa, sino una criatura con las alas destrozadas.
Cuando se trata de crecer no se puede acelerar el proceso, porque lo único que puede conseguirse es abortarlo.”
Y, en efecto, el calor de su aliento sirvió para acelerar el proceso. Pero lo que salió del capullo no fue una mariposa, sino una criatura con las alas destrozadas.
Cuando se trata de crecer no se puede acelerar el proceso, porque lo único que puede conseguirse es abortarlo.”
Fuente: A partir de un texto del libro “¿Quién puede hacer que amanezca?” de Anthony de Mello, un autor necesario.
Feliz domingo.
Álex
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