“¿Yo impaciente? Y una mierda, pero pónmelo ya, que tengo prisa…” Esta frase aunque cómica, la oí estos días durante una noche mientras ponía una copa en mi peña.
A parte que le puse la copa, más bien para que se callara, me hizo pensar ( si a esas altas horas de la mañana, aún se piensa..) en lo impaciente que somos y como eso nos afecta en la vida.
¿Qué te importaba esperar 1 minuto que estaba poniendo otra copa a otra persona? Ni que se te fueran a llevarte los extraterrestres por no tomarte una copa.
Queremos resultados para antes de ayer, queremos que esa chica nos diga si a una cita sin ni siquiera haber hablado con ella, queremos que nos toque la primitiva sin haber echado un boleto, queremos que se ponga el semáforo en verde antes de lo establecido, yo me sentía impaciente por volver de las vacaciones y no disfrutaba del camino de vuelta..
Vivimos en una sociedad que desea los resultados para ya, y si no los conseguimos, viene el estrés, las dudas, depresiones y demás…
Pero como en todo, otros tienen demasiada paciencia.
Paciencia con sus relaciones de pareja pensando que va a cambiar y que ese príncipe azul, todavía no es un sapo, paciencia con su trabajo pensando que el jefe cambiará y le dará el ascenso que se merece, paciencia con los amigos de muchos años pensando que dejarán las drogas y serán como eran antes…
Lo que nos está pasando es que nos da miedo darnos cuenta, que las cosas ya no son como eran antes. Las teníamos idealizadas, quizá, y aún todavía, pero nos damos cuenta, que la vida es cambio, y que ellos han cambiado o tú, y que así no puedes estar, que no es lo que quieres en tu vida.
Esa infinita paciencia, nos hace parecernos “Santa Teresa de Jesús”, aceptando muchas cosas por desagradables que nos parezcan, pensando que todo cambiará…
O dejas atrás eso que no te gusta, o las consecuencias, en muchos casos, no son muy “divertidas”.
No digo que no sea bueno tener paciencia, pero tampoco que te tomen por un tonto y coarten tu personalidad. Tu personalidad se transforma con el paso del tiempo, y hay momentos para dejar atrás a tu pareja, amigos porque no te “llenan” mientras otras personas sí. Solo di adiós y hola a tu nueva realidad.
La impaciencia está muy relacionada con la impulsividad. Los latinos somos muy “calientes”. Queremos todo para ya, esa chica, para ya, ese trabajo, para ya, ese coche, para ya… Y en muchas ocasiones, por nuestra impulsividad, cometemos errores de “niños”.
Si hay un atajo que nos pueda llevar al poder, lo cogemos, si hay un camino más rápido para el ascenso, lo usamos, si hay un “carril rápido” que nos lleve a la meta, lo usamos,.. Todo porque la impulsividad, el YA es mejor que el esperar un poco más, es lo que mola. Lo que mola es llegar a la meta antes que el vecino, darle en los “morros” a tu contrincante, …
Lo que mola es el éxito para ya, y no el éxito basado en esfuerzo, constancia y confianza.
Pero cuando hemos conseguido ese “sueño”, la impaciencia nos hace querer más. Si hemos visto que hemos sido capaces de llegar al puesto que soñábamos y podemos llegar más lejos, ¿Por qué no intentarlo? Si hemos conseguido quedar con esa chica, ¿Por qué no invitarla a cenar? Si hemos llegado a nuestra cima, ¿Por qué no llegar un poco más lejos?…
La impaciencia no nos deja disfrutar de lo que estamos y hemos conseguido. Nos hace querer más, nos hace querer amasar una mayor fortuna de la que ya tenemos, ( casos de corrupción en España ). No nos hace ver de lo hemos sido capaces de conseguir y solo nos hace enfocarnos, en más y más. Nos olvidamos del POR QUÉ comenzamos el camino hacia esa meta, acabamos poniendo patas arriba nuestros valores y nuestro ser.
La impaciencia, te hace exasperarte cuando no estás consiguiendo los resultados que deseabas ¿Por qué? Porque quizá las expectativas no eran demasiado coherentes.
Estás nervioso porque no has conseguido esa cita con esa chica que te gusta, QUIZÁ TIENE NOVIO… Impaciente porque no llegas a la cima de esa montaña…QUIZÁ SERÁ PORQUE TENÍAS QUE HABER ENTRENADO MÁS Y PERDIDO KILOS…Impaciente porque quieres publiquen tu libre en la mejor editorial… Y QUIZA NO TENGAS LA EXPERIENCIA PARA HACERLO ALLÍ Y SÍ CON EL PASO DEL TIEMPO.
He estado impaciente muchas veces, y ahora me doy cuenta, que deseaba algo inalcanzable, que las metas no eran reales. Creía que podía con todo y por circunstancias, por mi propio ego, por mis creencias irracionales que yo podía con todo… Me impacientaba con algo que en el fondo sabía, que en ese momento, no iba a conseguir.
La impaciencia también produce falta de compromiso, el mal de esta sociedad. Si de verdad estás enfocado hacia tus sueños, lo conseguirás, caiga quien caiga. Si de verdad, quieres alcanzar la cima de tu trabajo, lo conseguirás, a pesar de las zancadillas que te encuentres… Cuando tiras la toalla, cuando estás impaciente porque no ves resultados, lo que pasa es que no estás comprometido de verdad con ese reto, y a las 1º de cambio, al ver que no lo consigues, tiras la toalla
No estarás impaciente si de verdad estás comprometido con lo que quieres.
Tener la paciencia del Santo Job, está bien pero hasta un cierto punto. La paciencia es la fórmula secreta que te lleva a campeonatos del mundo en tu deporte, que te lleva del miedo al éxito en tu sueño empresarial, la paciencia te lleva a empezar una dieta y terminar haciendo una maratón, pero tampoco te pases…
Si ves que lo que soñabas no llega en sus tiempos, piensa que quizá la meta era irracional en esos momentos, si te impacientas porque quieres más y no disfrutas de lo conseguido, si te impacientas porque lo que quieres es en si un sueño de los demás y no tuyo, si te impacientas y no estás comprometido, que LO BUENO SIEMPRE SE HACE ESPERAR….
Se Paciente si estás realmente COMPROMETIDO con tu RETO, porque la IMPACIENCIA siempre matará tus sueños, tus valores y tu ser. La Paciencia te hará disfrutar del camino, te hará conocerte y te llevará a la META que de verdad te mereces.
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