- Un grupo de investigadores internacionales ha detectado los riesgos del “síndrome del corazón feliz”
Siempre se ha creído que ser feliz hacia la vida más fácil, pero ahora un estudio publicado en la revista European Heart Journal alerta que puede ser peligroso. Hasta ahora se tenía constancia del síndrome takotsubo –o corazón roto- , que hace referencia al debilitamiento de los músculos del corazón tras acontecimientos tristes, pero parece que acaban de descubrir el “síndrome del corazón feliz”.
Un grupo de investigadores internacionales alerta ahora del peligro que supone una sobreexcitación por causas alegres. Apuntan que la felicidad puede llegar a ser letal. “Nuestros hallazgos sugieren que los acontecimientos felices y tristes de la vida pueden compartir vías emocionales similares. Los médicos deben ser conscientes de ello y preguntar por este tipo acontecimientos a la hora de tratar a un paciente con síntomas de ataques al corazón, como pueden ser dolor de pecho y dificultad de respirar”, explica la doctora Jelena Ghadri, autora del estudio y cardióloga residente en el Hospital Universitario de Zúrich, en The Telegraph .
El síndrome del corazón feliz afecta sobre todo a mujeres
Para llegar a esta conclusión el equipo de investigadores analizó a 1.750 pacientes que fueron diagnosticados con problemas de corazón. De los 1.750 pacientes, originarios de nueve países diferentes, se detectaron que 485 personas habían sufrido una experiencia emocional importante. Y de éstos un 4% había sufrido el ataque tras un evento feliz. Los acontecimientos eran muy variados: un cumpleaños, una boda, una fiesta sorpresa, una despedida de solteros, el nacimiento de un familiar o hasta la victoria de un equipo de rugby.
El problema del “síndrome del corazón feliz” detectado en el estudio afectaba sobre todo a las mujeres. Un 95% de los diagnosticados eran señoras con una edad media de 65 años.
El doctor Christian Templin, otro de los encargados en el estudio, afirma que aún es pronto para comprender los mecanismos exactos que subyacen las variantes del síndrome de corazón roto y el feliz, pero no duda de que están entrelazados. “Estos síndromes implican un estímulo psicológico y físico tanto en el cerebro como en el sistema cardiovascular”, comenta enThe Telegraph.
En definitiva, tener “el corazón contento y lleno de alegría” como cantaba Marisol podría llegar a ser un problema para algunas personas.
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