miércoles, 28 de diciembre de 2016

Que son las neurociencias

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Las neurociencias están revolucionando la manera de entender las conductas y lo que es más importante aún: cómo aprende, cómo guarda información nuestro cerebro, y cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizaje.
Para crecer y desarrollarse un país necesita invertir en ciencia ¿Es incompatible esto, como sugieren algunos, con un 32% de pobreza, inflación galopante y problemas aparentemente más urgentes? Alberto Houssay decía que, porque somos pobres, tenemos que invertir en investigación.
Los países desarrollados lo son porque invierten en ciencia, educación e innovación. Apuestan al conocimiento, como en Finlandia, donde dijeron hace 15 años: “somos tan pobres que debemos invertir en educación”. Y hoy en Finlandia no hay más pobres.
El concepto de políticas públicas debe estar por encima de lo partidario, como demócratas y republicanos en Estados Unidos; laboristas y conservadores en Gran Bretaña, etc. Para eso hay que generar políticas públicas y pensar a 20 años, que es la escala temporal en la que se logran obtener sus frutos. El plan Argentina innovadora 2020 de 2013, apostaba a nanotecnología, biotecnología y las TIC, tecnologías de comunicación.
El contexto del debate se da ante la reducción del 60% de investigadores en el Conicet para 2017 respecto de lo previsto en el plan, algo que quiebra lo que pudo ser una política de Estado. Y surgen los reclamos, manifestaciones, tomas y declaraciones de agrupaciones de científicos, mientras en las redes algunos, por el contrario, cuestionan a los científicos y sus aportes. Cada uno desde su parcela de poder hace lobby.

Así es difícil sostener el plan

Formar recursos humanos es lo más caro y difícil. Es mentira que luego los absorbe el mercado, porque no existe demanda. Es el Estado quien debe llevar la delantera en empresas público-privadas, porque la iniciativa privada no existe, es un mito. Lo que tanto se reclama es llevar la investigación básica al terreno de lo aplicado, generar empresas, vender y exportar conocimiento de alto valor agregado.
La compañía Chemtest  está incubada por la Fundación Argentina de Nanotecnología en el Campus Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín. Se dedica a la generar tests rápidos para detectar enfermedades como el síndrome urémico hemolítico, el mal de Chagas y el dengue.
El sector científico y académico, más que reclamar, deberían asumir la necesidad de debatir cómo invertir el dinero en un país empobrecido. Cuál es el sentido de hacer sólo investigaciones teóricas y no con foco en el desarrollo social e intervenir para aliviar justamente la pobreza.
Probablemente al identificar ciencia sólo con un laboratorio o una investigación perdamos de vista que, para un país la ciencia es la memoria de conocimientos disponibles para imaginar horizontes, delinear expectativas y hallar soluciones aplicables a las necesidades básicas.

Hacia un mundo sin pobreza

No se puede vivir sin un cierto ingreso, sin acceso a la salud y a la educación. Tenemos recursos para lograr la pobreza cero. Falta solidaridad para garantizar seguridad de ingresos para niños; para adultos que no puedan trabajar; para adultos mayores, y para el acceso a la salud. La riqueza debe estar bien repartida. Hoy una parte se enriquece y otros se quedan al costado. La sociedad debe presionar para terminar con la pobreza y para que cumplan los que prometieron erradicarla.  La presión ejercida por la opinión pública, es porque ve el progreso científico pero nota un desarrollo lento de instrumentos eficaces para la prevención o tratamiento de enfermedades mentales como el mal de Alzheimer. La conveniencia de aproximar la investigación básica con la clínica, entre las que se abre un abismo, es en beneficio del paciente.

Alzheimer y neurociencias como inversiones estratégicas

Hace casi un siglo no existía el mal de Alzheimer, es una consecuencia no deseada del progreso. La medicina alargó la vida y esta es una enfermedad de los adultos mayores. Trabajando sobre la prevención se disminuye el riesgo.
Es un problema de gran impacto social para la salud pública por el envejecimiento de la población  Se calcula en 36 millones los enfermos en el mundo, 66 para 2030 y 115 en 2050. El número es mayor considerando a sus familiares. El 20% vive solo o con su cónyuge. El 80% de los cuidadores son familiares. La tarea es extenuante, pueden sufrir estrés o depresión. U
n estudio en EEUU señala que la enfermedad crece y a los 85 años, la mitad de la población tiene la enfermedad. Después de los 95, sólo el 4% de las personas mantiene su capacidad cognitiva. Vivimos una etapa única en la humanidad. Millones llegarán a los 95 y podrían ser los sabios que faltan en la comunicación intergeneracional.
Es un recurso que estamos malgastando. Nosotros somos la generación intermedia, que pagará el precio para que las siguientes entiendan  que deben protegerse.

El caso de las monjas francesas

Una investigación de 1986 con 678 monjas, estudió por qué algunas hermanas de Notre Dame envejecían de forma saludable, conservando sus facultades mentales intactas y otras no. Eligieron una comunidad de religiosas para asegurarse de que el envejecimiento saludable no podía atribuirse únicamente a un mayor cuidado de la salud. Las monjas de la comunidad tenían estilos de vida parecidos. Los ingresos no eran un factor a tener en cuenta, no fumaban y disfrutaban de la misma asistencia sanitaria, estilo de vida y alimentación. A las religiosas les hicieron estudios neuropsicológicos anuales y muchas donaron sus cerebros para su posterior estudio.
El estudio destaca que una mejor educación confiere cierta protección, retrasando la aparición de la enfermedad. Hay que tenerlo en cuenta ya que el avance científico puede dar en la tecla en cualquier momento. El depósito de sustancias que provocan el mal está presente pero la reserva cognitiva puede eludir el mal. Las monjas francesas tenían la patología sin tener su manifestación clínica. Por la reserva cognitiva, sus cerebros se acomodaron.
La capacidad intelectual puede ser igual pero algunos pueden tener más reservas, el entrenamiento de la capacidad es la clave para prevenir el Alzheimer. Entrenar la mente da mayor plasticidad y hay que realizarla mucho antes, durante toda la vida no sólo al ingresar en la tercera edad. Hay que hacer de la educación del cerebro una política de Estado porque el Alzheimer es una epidemia que se avecina.
Mientras se encuentre una cura para esta patología, se hace hincapié en la prevención. Se está intentando  modificar factores de riesgo en la edad media y ver el impacto. Se han puesto en marcha estudios para averiguar si hacer ejercicio físico, abandonar el tabaco, seguir una dieta sana, controlar el riesgo vascular y mantenerse activo, pueden servir en la prevención.

La investigación traslacional

Es difícil enfrentar enfermedades donde las variables psicosociales juegan un papel esencial, porque su modelización en laboratorios es imposible porque no se presentan en animales de experimentación. Esta es una de las razones por las que el avance de las neurociencias no se tradujo en un progreso equiparable en herramientas. La investigación traslacional es un hecho prometedor.
Una vez que el progreso de la ciencia básica llega a la clínica, y aun con resultados positivos en los primeros ensayos, quedan  barreras por superar que impiden o retrasan su tránsito a la práctica. Su superación es el objetivo de la investigación traslacional,  que se enfrenta a temas como la relación costo beneficio de las nuevas herramientas, su implementación, etc.
La neurociencia traslacional se ocupa de trastornos y de descubrir mecanismos subyacentes en distintas áreas: molecular, celular, sináptico, reticular, cognitivo y aparato regulador.
Los retos son importantes porque las terapias disponibles se encuentran ancladas y sin avances significativos. Desanimado, el sector farmacéutico suspenedió las inversiones, pero nuevas técnicas en genómica, biología de células madre y neurociencias, están trocando pesimismo en optimismo.
Otra dificultad es que el cerebro humano vivo es inviolable y las técnicas de neuroimagen, no producen información molecular ni fisiológica. Todavía dependemos de muestras pos mortem y no podemos fiarnos del conocimiento por no poder experimentarlo con animales.
La neurociencia trata de penetrar el misterio de la relación entre la mente, la conducta y la actividad propia del tejido nervioso. A partir del estudio a distintos niveles, desentraña la manera en la que cerebro se relaciona con la psiquis y la conducta. Entender la fisiología cerebral es imprescindible para comprender  nuestro comportamiento y los procesos de enseñanza-aprendizaje; y también para poder aplicar herramientas que ayuden a la modelación de las emocionespermitiéndonos ser cada día un poco más felices.
Las neurociencias están revolucionando la manera de entender las conductas y lo que es más importante aún: cómo aprende, cómo guarda información nuestro cerebroy cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizajeSer Felices es lograr un aprendizaje efectivo que sea dirigido al mundo interno, a partir de una educación integral y de calidad. Aprender es un proceso para lograr determinada información,  almacenarla y usarla cuando haga falta.
El aprendizaje se produce como consecuencia de procesos químicos y eléctricos. Todo aprendizaje está posibilitado por las redes neuronales del cerebroque al mismo tiempo,  cambian por el aprendizaje. La formación y el entrenamiento cerebral, son pilares básicos.

Qué pasa adentro de la cabeza

La idea de lo traslacional es salir del laboratorio y aplicar el conocimiento a la vida y a la educación. Lo hace en formato de software interactivo, mediciones más sensibles de los trastornos mentales, diálogos y sinergia con otros sectores, sistemas expertos que hacen diagnósticos como en inteligencia artificial. Se aplica donde hay reglas claras pero las enfermedades no funcionan así. Hay limitaciones.
No son categorías fijas sino múltiples circuitos los afectados. Cuanto más se sabe más se ignora.  En la época de Galileo, era más simple, se usaba el telescopio, pero ahora avanza la ciencia y cuanto más se sabe se advierte que todo es más complejo. Lo mismo pasa con el cerebro.
En neuromarketing se activan ciertos circuitos, y se quiere ver qué pasa con esos estímulos. Correlato físico en un proceso mental, pero todo se conecta con todo, y predecir es complicado. No se puede saber la causa. No hay técnicas para ver con precisión, son inferencias probables. Por eso las teorías no pueden ser robustas. El neuromarketing ve centros de placer, pero para saber si va a comprar hay que experimentar en el mundo real.
Muchas veces la ciencia se fascina con un caso que nunca más se vuelve a dar. Tiene que ser posible la replicación. No sabemos tanto del cerebro pese a que se dice lo contrario.  Más conocimiento genera más dudas. Los celulares son un ejemplo del avance tecnológico. El cerebro funciona como los celulares antiguos. El progreso se dará por una inversión gigantesca en neurociencias.

Las neurociencias están de moda pero no bajan a la escuela

Desde la década del cerebro (1990-2000), a través de neuroimágenes, los científicos ven al cerebro cuando piensa y experimentan con ilusiones ópticas y percepciones subliminales que no llegan a la conciencia.
Durante siglos la conciencia fue un tema filosófico, al extremo que el padre de la ciencia cognitiva -Geoge Miller- propuso dejar de usar el término en 1962. Sin embargo, hoy está a la vanguardia neurocientífica.
En abril de 2013, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, anunció el plan BRAIN: “podemos identificar galaxias que están a años luz, estudiar partículas más pequeñas que un átomo, pero no hemos desentrañado el misterio de ese kilo y medio de materia situada entre las orejas”.
Todo cambió al poder realizar experimentos precisos. Lo que sienten o dicen los participantes se coteja con imágenes obtenidas con tecnologías de punta. La distracción provoca que ciertas imágenes se tornen invisibles a su mirada. En el video “El gorila invisible” de Simons y Chabris, el observador debe concentrarse en contar los pases entre varios jugadores de básquet y no ve al gorila que recorre la escena.
Los tests derriban mitos como el multitasking. No es real que alguien pueda hacer varias tareas a la vez: sólo una; las otras quedan en espera.
Para lograr el acceso consciente no basta con prestar atención a algo: hay que ingresarlo, retenerlo y hacerlo comunicable.
Veamos algo simple como aprender dactilografía. Al principio, el aprendizaje es lento y atento a cada movimiento, pero en pocas semanas se puede escribir al tacto. Cuando una conducta se automatiza pasa de la esfera consciente al inconsciente.
Si resucitara un neurocirujano del siglo pasado se sentiría perdido en el quirófano moderno. En cambio, un maestro estaría muy cómodo en el aula. Debemos convertir a la escuela en el gran laboratorio social donde los niños aprendan a usar su cerebro. La educación es la industria pesada de un país porque el futuro está sentado en el banco de la escuela. Como dijo Francois Rabelais: “La ciencia sin conciencia es la ruina del alma”.
Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem, mail de contacto, horaciokrell@ilvem.com

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