- “Ser el más rico del cementerio no me importa… Irme a la cama diciendo que hemos hecho algo extraordinario, sí.” Los perfeccionistas suelen vivir bajo el principio de que la excelencia es más importante que el dinero.
- “Sé un ancla de calidad. Mucha gente no está acostumbrada a un entorno donde se espere la excelencia”.
Y por que no esperamos la excelencia?
Tal vez porque como escribio Marianne Williamson:
Nuestro miedo más profundo no es creer que somos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta. Nos preguntamos: “quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?”
Pero en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Tal vez porque si aspiro a ello puedo quedar fuera del grupo...
O porque el entorno me pide otra cosa...(seguiremos repitiendo que el que no transa no avanza?)
Me seduce la opinion siempre constructora, optimista del Dr. Angel Gabilondo, actual ministro de educacion de España:
“Excelencia no es sólo donde estamos.
Excelencia es aquello por lo que luchamos”.
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