La vida es, con frecuencia, una cuestión de actitud. Y esa actitud determina en buena parte lo que conseguimos. Tener la actitud adecuada es una filosofía de vida que engloba un polinomio de factores: capacidad de trabajo, determinación, claridad de ideas, resistencia, actitud de apertura o capacidad para relacionarse, entre otros factores.
La actitud contraria genera los resultados inversos. Y desde mi punto de vista hay dos aspectos peligrosos que conviene erradicar de manera inmediata, y que son dos grandes especialidades del ser humano:
1. CAPACIDAD PARA NEGAR LA REALIDAD.
Las cosas son como son,y aunque neguemos la realidad, ésta no cambia. Siempre que las cosas no van bien, hay "alertas" que nos indican que así es. Y esas alertas pueden ser de dos tipos (seguro que te suenan):
a) Externas:
– Tu pareja llega a tarde a casa con más frecuencia de la habitual.
– El cheque que te entregó el cliente lo devolvió el banco.
– Ese amigo no te mira a los ojos cuando te habla.
– Tu familia te había dicho que no te fiases.
– Las ventas no dejan de caer.
b) Internas:
– Tu pálpito interior ya te decía que la cosa no iba bien.
– Estás más intranquilo de lo habitual.
– Sospechas que te están mintiendo.
– Tu intuición te dice que no te debes fiar.
La gente no quiere "escuchar" las "alertas" por una sencilla razón, casi siempre implican afrontar un conflicto y tomar acción. Afrontar las cosas que no van bien es incómodo, y entonces las eludimos. Hacemos oídos sordos. Miramos a otro lado. Resulta incómodo decirle a un colaborador que su trabajo no lo está haciendo bien; resulta incómodo decirle a tu pareja que ve comportamientos no habituales. Preferimos no ver y seguir como estábamos. El resultado ya se sabe: mentir es prolongar un fracaso. Cuando más se tarde en afrontar un problema, más grande se hace y más complicado de solucionar.
Jack Welch (@jack_welch), uno de los directivos más pragmáticos, siempre decía: «Enfrenta la realidad tal y como es, no como era o como te gustaría que fuese». También el otro día Pilar Jericó(pilarjerico) afirmaba, y así lo recoge igualmente en su obra Héroes cotidianos: «De los desiertos y las noches oscuras se sale. De la negación, no siempre». La aceptación nos transforma; la negación nos somete. Aceptar algo es estar en camino para cambiarlo, para iniciar el trayecto de la transformación.
2. CAPACIDAD PARA INVENTAR EXCUSAS.
Si quieres que te vaya bien, sólo hay un camino: no te des el lujo de inventar excusas. Sí, es cierto, ya lo vimos en el post 10 rasgos que definen a las personas que consiguen resultados, existen injusticias, existen traiciones, existen trabas burocráticas, existen cambios legales... pero la gente que consigue resultados es gente que busca cómo sortear todo eso para llegar a su destino. No acepta los obstáculos como un impedimento para sus logros sino como una prueba para superarse y seguir creciendo. La gente con mentalidad "ganadora" ve posibilidades; la gente con mentalidad "perdedora" ve límites. Cuestión de enfoque.
En más de una ocasión he formulado la siguiente cuestión: ¿Por qué se dice: «He cerrado mi negocio por culpa de la crisis» y nadie afirma: «Me va bien el negocio a causa del crecimiento económico»? Curioso, ¿no? El diagnóstico es totalmente asimétrico: tenemos una facilidad asombrosa para atribuir los éxitos a factores personales y la misma facilidad para atribuir los fracasos a causas externas. Abunda los personajes "excusator". Precisamente hace algunos días, en el post Ni es que, ni es ka, @rubenturienzo hablaba sobre este mismo tema también.
Las cosas son como son,y aunque neguemos la realidad, ésta no cambia. Siempre que las cosas no van bien, hay "alertas" que nos indican que así es. Y esas alertas pueden ser de dos tipos (seguro que te suenan):
a) Externas:
– Tu pareja llega a tarde a casa con más frecuencia de la habitual.
– El cheque que te entregó el cliente lo devolvió el banco.
– Ese amigo no te mira a los ojos cuando te habla.
– Tu familia te había dicho que no te fiases.
– Las ventas no dejan de caer.
b) Internas:
– Tu pálpito interior ya te decía que la cosa no iba bien.
– Estás más intranquilo de lo habitual.
– Sospechas que te están mintiendo.
– Tu intuición te dice que no te debes fiar.
La gente no quiere "escuchar" las "alertas" por una sencilla razón, casi siempre implican afrontar un conflicto y tomar acción. Afrontar las cosas que no van bien es incómodo, y entonces las eludimos. Hacemos oídos sordos. Miramos a otro lado. Resulta incómodo decirle a un colaborador que su trabajo no lo está haciendo bien; resulta incómodo decirle a tu pareja que ve comportamientos no habituales. Preferimos no ver y seguir como estábamos. El resultado ya se sabe: mentir es prolongar un fracaso. Cuando más se tarde en afrontar un problema, más grande se hace y más complicado de solucionar.
Jack Welch (@jack_welch), uno de los directivos más pragmáticos, siempre decía: «Enfrenta la realidad tal y como es, no como era o como te gustaría que fuese». También el otro día Pilar Jericó(pilarjerico) afirmaba, y así lo recoge igualmente en su obra Héroes cotidianos: «De los desiertos y las noches oscuras se sale. De la negación, no siempre». La aceptación nos transforma; la negación nos somete. Aceptar algo es estar en camino para cambiarlo, para iniciar el trayecto de la transformación.
2. CAPACIDAD PARA INVENTAR EXCUSAS.
Si quieres que te vaya bien, sólo hay un camino: no te des el lujo de inventar excusas. Sí, es cierto, ya lo vimos en el post 10 rasgos que definen a las personas que consiguen resultados, existen injusticias, existen traiciones, existen trabas burocráticas, existen cambios legales... pero la gente que consigue resultados es gente que busca cómo sortear todo eso para llegar a su destino. No acepta los obstáculos como un impedimento para sus logros sino como una prueba para superarse y seguir creciendo. La gente con mentalidad "ganadora" ve posibilidades; la gente con mentalidad "perdedora" ve límites. Cuestión de enfoque.
En más de una ocasión he formulado la siguiente cuestión: ¿Por qué se dice: «He cerrado mi negocio por culpa de la crisis» y nadie afirma: «Me va bien el negocio a causa del crecimiento económico»? Curioso, ¿no? El diagnóstico es totalmente asimétrico: tenemos una facilidad asombrosa para atribuir los éxitos a factores personales y la misma facilidad para atribuir los fracasos a causas externas. Abunda los personajes "excusator". Precisamente hace algunos días, en el post Ni es que, ni es ka, @rubenturienzo hablaba sobre este mismo tema también.
El liderazgo es el compendio de muchas cosas, pero hay un rasgo que define a todo buen Líder: la Gestión del Cambio; de otro modo eres un simple Gestor. Está comprobado que uno de los rasgos que mejor definen a las organizaciones exitosas a lo largo de los años, son aquellos que mejor gestionan el cambio, y ese así porque tienen líderes proactivos. Un líder siempre debe ir un paso por delante del mercado abriendo camino.
* Hoy te dejo mi artículo-colaboración con Canal CEO (@canalceo) con el título: Sin equipo no hay paraíso, sobre las 10 claves para crear equipos de alto rendimiento.
* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes ver una Entrevista con José María Palomares, autor de Hablar en público en una semana; y una Recopilación de Libros de Empresa para Navidades.
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