Aprovechamos este tipo de verano que se prolonga hasta la Castañada para hacer una excursión corta pero muy agradecida.Salimos de La Casa del Valle de Mura en dirección norte por el camino principal y no lo dejamos hasta que un camino sube a la derecha. El desvío está marcado por hitos de piedra y coincide con la línea de alta tensión. No hay pérdida posible. Subimos hasta el Pájaro de piedra, una estructura de roca peculiar con un par de rocas agujereadas que le dan mucha gracia, es como un juego de construcciones a medio hacer. Para los que nos asusta y molesta caminar por lado de los despeñados es algo molesto. Hay que subir por unas rocas y luego pasar por un camino estrecho un poco aéreo. Pero la mayoría de gente debe pasar tranquilamente. En todo caso, ha valido la pena, las vistas son espectaculares los dos lados de la Carena de los Emprius que comienza allí mismo. A un lado queda Roca Sareny y al otro toda la secuencia que culmina en las Rocas de la Coca y el Montcau. Seguimos por la cresta que es larga, viento y sube poco a poco hasta llegar al muela picada el extremo opuesto de los Emprius. Bajamos hasta el Collet del Llor y volvemos por la Fuente de la Zorra. Algo más de 6 km que hemos hecho con una hora y tres cuartos deteniéndonos a desayunar.
Hoy la montaña estaba a rebosar. Los coches eran como gusanos aparcados a ambos lados de la carretera. En días como hoy, se piensa que quizá habría que hacer algo para garantizar la protección de parajes tan especiales. Por si fuera poco hemos encontrado una de estas carreras de montaña organizada desde Sant Llorenç Savall (convenimos que esto del Kilian Jornet está desplegando una plaga!). Pese al calor, hemos tenido una mañana fantástico en una excursión muy sencilla, el desnivel no supera los 350m.Recomendable para días en el que no se quiere forzar demasiado.
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