Existe una innegable tendencia: las páginas web día a día se vuelven más gráficas y visuales. Mayor velocidad de conexión y de descarga, pantallas de alta resolución y dispositivos móviles potentes han incrementado la demanda de contenido visual atractivo.
Donde claramente podemos constatar esto es en las redes sociales más populares. Facebook, Instagram y Pinterest son impulsadas completamente por imágenes. Twitter, con sus característicos textos de 140 caracteres, no ha querido quedarse fuera y ha incorporado Vine (videos de 6 segundos de duración). Y si nombramos videos no podemos dejar fuera a Youtube y su billón de visitantes mensuales.
Pero no debemos quedarnos con la idea de que el contenido visual es exclusivo de las redes sociales. La tendencia ha llegado también al diseño tradicional web. Desde retailers a proveedores de servicios y fabricantes, más y más páginas son potenciadas con contenido visual que intenta impactar y comprometer al visitante.
Pero no se trata simplemente de hacer un despliegue caprichoso de fotos o videos en la homepage. Estos valiosos recursos deben contar una historia: la historia que permita a la audiencia experimentar aquello que la página web está ofreciendo.
¿Por qué contar historias visuales? El cerebro humano procesa un estímulo visual 60000 veces más rápido que un texto.
Estudios demuestran que preferimos, aún a nivel subconsciente, interactuar con estímulos visuales que con textos. Como niños que eligen un libro antes que otro dependiendo si tiene dibujos o no! Y los profesionales del marketing están aprendiendo a sacar provecho de esto.
Según William C. Bradford (autor de "Reaching the Visual Learner: Teaching Property Through Art") el 65% de la población aprende visualmente. Nuestros cerebros están hechos para responder, interactuar, e imitar el comportamiento que VEMOS.
El simple acto de mirar algo nos permite experimentarlo en nuestra mente.
Las imágenes y el texto siguen diferentes reglas dentro del cerebro. Comparadas con las presentaciones orales y el texto, la huella que deja una imagen perdura más tiempo en nuestro cerebro. Recordamos el 10 % de una presentación oral al cabo de 3 días. Si, en cambio, a la misma le agregamos una imagen este promedio aumentará al 65%. Por tanto, para llevar su página web al siguiente nivel debe reforzarla con fuertes estímulos visuales.
Algunos consejos
- Conseguir imágenes. Las fotos y videos que utilice pueden ser profesionales y también amateurs. Estas últimas imágenes incluyen las propias, las de su staff como también fotos hechas por sus propios clientes. Hoy por hoy, con la amplia variedad de filtros y la excelente calidad de las cámaras, las fotos amateur quedan mejores que nunca. Además, usualmente muestran gente real disfrutando de sus productos o servicios, imágenes con las que potenciales clientes pueden fácilmente identificarse.
- Para hacer una buena selección de imágenes deberá conectar primero con su lado más sensible, olvidar la facturación por un momento (se puede!) y enfocarseen aquellas emociones y valores que quiera contagiar a sus clientes.
- Apele a la sencillez. Es importante dejar un mensaje claro. Se puede ser sencillo y creativo a la vez.
- Maximice su SEO. Etiquetar su contenido visual con términos de búsqueda comunes y palabras claves puede ayudar a su posicionamiento orgánico
- Utilice múltiples canales para la difusión. Las buenas historias son contadas una y otra vez. Puede tuitear su última galería o presentación multimedia, compartir links en Facebook, subir fotos a Instagram o crear un board en Pinterest. También puede incluir links en la firma de los e-mails o agregarlos a su material de ventas.
Las marcas top ya han abierto el camino y es probable que su competencia (ya puede volver a pensar en la facturación) las sigan, si no lo han hecho ya. Su empresa no puede permitirse quedarse atrás!
Si pone su corazón y su cabeza en ello: una imagen valdrá más que 1000 palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario