"Yo nunca me he considerado una persona ambiciosa. De hecho siempre pensé que la ambición era algo negativo y que yo estaba por encima de estas "cosas mundanas". Hasta que encontré mi pasión: algo en lo que creo, algo que me inspira, algo por lo que me levanto cada mañana. Mi proyecto, mi ilusión, mi misión (al menos por ahora). Y así una persona poco decidida, muchas veces cobarde, callada, y que vivía siempre en la sombra, de pronto encontró en sí misma la fuerza y la determinación. Si crees que no tienes ambición es porque probablemente aún no has encontrado tu verdadera pasión". María Mikhailova
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