Obviamente, en cualquier actividad humana existen procesos de toma de decisiones ya sea para innovar o para conservar.
En política, educación, seguridad, en la gestión empresarial, para el diseño de productos y procesos, en salud… ¿dónde no es necesario saber tomar “buenas” decisiones?
“Saber Decidir” no es elegir una entre varias opciones de actuación; essaber elegir a la mejor opción, aquella que nos otorga el mejor beneficio posible limitando los riesgos de fracaso.
Decidir ser parte de la manada o el pastor
La clave está en cómo gestionamos a“la incertidumbre”, porque aún después de contraponer los pros y loscontras la elección que aceptamos como “la correcta” sigue siendo incierta.
Sin duda, los factores subjetivos como nuestros prejuicios, tradiciones y creencias, nuestra experiencia previa y los condicionantes del ecosistema institucional y de la ecología social donde nos movemos modelan nuestras habilidades para tomar decisiones.
Una cosa es segura: tendremos que movernos siempre en terrenos inseguros. Algo que sabemos: tenemos que aceptar a la intuición como una forma de conocimiento válido.
Aprender a tomar decisiones no es, hasta ahora, “un tema” en la enseñanza convencional; más bien nos limitamos a entrenar sobre“buenas prácticas” de desempeño sin poner el énfasis en que las personas aprendan a diseñar “nuevas prácticas” para desempeñarse.
Pues bien, en eso he decidido trabajar ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario