COMPETIR CON LA MENTE
La mente es la casa de las creencias que promueven los pensamientos que conducen a las acciones que emprendemos.
La mente es lo que desarrolla y dirige la estrategia.
La mente provee una imagen e instruye al cuerpo en los movimientos necesarios para actuar.
La mente es el observador que hace las decisiones acerca de la clase de autodiálogo que utilizamos cuando actuamos.
La mente controla nuestra fisiología.
La mente se hace cargo del control emocional.
La mente es la locomotora que conduce al tren!
Ane Aguirre de Vesper: La empresa del siglo XXI
Transcripción de la síntesis de la conferencia programada para hoy a las 16:30.
1. ¿La empresa del Siglo XXI es el título de la ponencia... de qué nos vas a hablar esta tarde? La ponencia y el debate de esta tarde proponen explorar el cambio que es necesario en la manera de entender y de gestionar las empresas. Es un tema que está en las agendas de las empresas y de las universidades hace ya años... y en estos momentos de crisis del modelo socio-económico, está cobrando aún más importancia. La empresa que hoy conocemos, con forma jerárquica y que funciona bajo esquemas burocráticos y de control, fue diseñada hace más de un siglo porTaylor, para dar respuesta a los retos de la industrialización. Es una forma de empresa que ha quedado obsoleta, básicamente porque la naturaleza del trabajo ha cambiado.
2. ¿Dices que la empresa tradicional, ha quedado obsoleta... ¿cómo lo sabemos? ¿cuáles son los síntomas de que eso ha ocurrido?
En primer lugar, es demasiado lenta y rígida... porque las jerarquías, los procedimientos y los sistemas de control están diseñados para la estabilidad y son difíciles de mover.
En segundo lugar, la superespecialización, divisiones departamentales y el tamaño de las empresas, producen una desconexión de las personas en relación a lo que hacen y al resultado que generan. El trabajo nos resulta “ajeno”, ni se entiende ni resulta algo propio, por lo que lograr el compromiso y la iniciativa resulta casi imposible. Esto hace que sea muy difícil que la empresa tradicional innove de la manera en la que hoy es necesario para diferenciarse en mercados cada vez más competitivos. Sin la aportación creativa de las personas, no se logra innovar y competir.
Por último, está teniendo dos efectos negativos, no económicos pero sí muy graves: en primer lugar en la felicidad de las personas, las depresiones ligadas a la actividad laboral crecen en el mundo desarrollado. Y en segundo lugar, en el consumo de recursos escasos del plantea. El excesivo foco de la empresa tradicional en el resultado financiero a corto plazo, le lleva a desestimar los efectos colaterales en las personas y en el futuro del planeta.
3. ¿Entonces, cómo será esa nueva empresa del siglo XXI? No es posible hablar de un nuevo diseño cerrado, ya que si bien existen experiencias e ideas fuerza que la van dibujando, aún está en fase exploratoria. Como dice G. Hammel no sabemos cómo será exactamente y sin embargo tenemos la obligación de ir probando... Dicho esto, la idea central en torno a la cual se está diseñando, es la de reinterpretar el papel de la persona en la empresa, convirtiéndola en protagonista y superando la concepción de “mano de obra” y de trabajador como un recurso productivo más... por cierto, el primero del que se prescinde en situaciones de crisis... Este cambio de paradigma tiene múltiples derivadas, porque obliga a una revisión completa para que todos los sistemas y diseños se adapten a las personas y a sus contribuciones creativas. Necesita sustituir el control y el miedo por la libertad y la confianza... y dar poder a muchas personas, que necesitan estar conectadas a las información en tiempo real y entendiendo lo que hacen, puedan pensar-decidir y actuar... La transparencia será un rasgo esencial para que las personas puedan protagonizar. Necesita dar la vuelta completamente a lo que significa liderar o dirigir... lo que hacen falta es líderes que potencien, faciliten y coordinen la aportación de las personas, no que las controlen Necesita organizarse de una manera mucho más líquida, flexible... porque es un sistema vivo, no una máquina estable y predecible. Se habla de equipos autónomos trabajando en red. Necesita entender las lógicas de la innovación, que son distintas a las lógicas de la producción en masa.
Nos tocará aprender a ver la diversidad como valor, a entender que la innovación no responde a la lógica del cerro errores, que es necesario abrirse para ganar perspectiva y lo más importante, tendremos que aprender a COOPERAR con otros... Necesita generar sentido... y ser entendida de manera sistémica.... y me explico. Reconectar con el para qué de la actividad y con sus impactos... salir de la idea de que el único para qué es el crecimiento y el resultado financiero a corto plazo.
¿Cuál es el sentido de lo que producimos, para el mercado, para la sociedad?... ¿qué sentido tienen las diferencias salariales tan enormes? ¿qué sentido tiene que el capital financiero sea el único destinatario de los resultados? ¿qué impacto tiene el resto del mundo? Necesita salir del sinsentido y de la dificultad de entendimiento actual... Ah, y por último me gustaría destacar una idea que también considero esencial... creo que la empresa del siglo XXI sabrá integrar el talento femenino y le dará poder... confío en sabrá combinar de manera inteligente las energías complementarias de hombres y mujeres.
4. ¿Y cómo se hace esa transición? ¿Cuál es el modo de evolucionar? La vía de reflexionar en voz alta desde universidades, instituciones de investigación, empresas avanzadas que ya han iniciado el recorrido... Y la vía de ir haciendo... cada empresa, cada equipo directivo necesita hacer su propia reflexión y su propia andadura... no hay atajos... reflexión-acción... prueba y error... arriesgar y estar convencidos de que las respuestas de antes ya no sirven... Hacen falta equipos directivos con valentía, con capacidad de arriesgar y de innovar en sí mismos. Porque no hay cambio en el modelo de empresa sin equipos directivos y consejos de administración que no apuesten decididamente por ellos. Cada vez vemos más equipos de dirección, muy conscientes de que la transformación de modelo es necesaria y posible y que se embarcan en trayectos que no están prediseñados, pero que se pueden recorrer. Es la capacidad de conversar, de escucharse, de acordar... Toda la energía que se invierta en aprender a conversar es una inversión rentable para ir generando una empresa innovadora.
Fuente: MIkel Agirregabiría
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