1
Estamos viviendo tiempos complicados: el pesimismo inunda las calles y nos sume en un estado de miedo y parálisis, consecuencia principalmente de la turbulenta situación económica que sufre la vieja Europa, y por qué no decirlo, de la desafortunada interpretación de la situación actual que hacen los medios de comunicación, en clave apocalíptica…
Y es que únicamente escuchamos noticias sobre el mal comportamiento de la prima de riesgo, el poco halagüeño futuro que nos auguran diversos organismos internacionales o la cantidad de empresas que están cerrando ¿es esta la única realidad? En mi opinión no. De hecho, este panorama está induciendo en buena parte de la población un estado de melancolía y estupor que anula su iniciativa y hace que todo lo acontecido en sus vidas sea interpretado en clave negativa… y el emprendimiento no es una excepción.
La tremenda contracción del crédito y la disminución del consumo son sin duda dos malas noticias para los futuros emprendedores, que habitualmente únicamente valoran estos puntos a la hora de emprender, y por tanto consideran que estamos viviendo la peor época del emprendimiento de la historia… lo que en mi opinión no es cierto.
Si, es un momento complicado que hace que el inicio de cualquier aventura empresarial sea más difícil, sobre todo desde un punto de vista del capital inicial… pero también es un momento extraordinario para iniciar un negocio, una auténtica época dorada del emprendimiento.
¿UNA ÉPOCA DORADA DEL EMPRENDIMIENTO?
Si lo pensamos un poco, para quien realmente es extremadamente agresiva la situación actual es para las empresas consolidadas, especialmente si son Pymes, que están viviendo su particular purgatorio, consecuencia en muchas ocasiones de haber dejado de lado aspectos clave tales como la innovación o el pensamiento a largo plazo, y haberse focalizado solo endespachar (ni siquiera vender). Pero eso son buenas noticias para los emprendedores, y creo que existen motivos sobrados para considerar esta como una de las mejores épocas para emprender de la historia:
- Los consumidores han dejado de estar sometidos a las grandes marcas. En épocas de abundancia, los clientes a menudo han sido el primer obstáculo para los emprendedores, que veían que a pesar de ofrecer un producto/servicio mejor no conseguían la aceptación merecida en el mercado… ya que el cliente no compraba el mejor producto sino el que tenía la marca más conocida… aunque fuera más cara o peor.Sin embargo, ahora los consumidores han dejado de lado el concepto de que las grandes marcas son la única opción , y están mucho más abiertos a probar nuevos productos o servicios que realmente sean capaces de resolver sus problemas mejor y con un precio más competitivo (aunque ojo, el precio no puede ni debe ser la única diferenciación competitiva de un emprendedor).
- Resulta mucho más barato empezar. Aunque la contracción del consumo tiene infinidad de aspectos negativos, también los tiene positivos: los proveedores con los que vayas a empezar a trabajar con toda probabilidad van a ofrecerte sus productos/servicios a un precio mucho más barato, y posiblemente bajen mucho las barreras habituales para empezar a trabajar contigo (aspectos tales como pedidos mínimos enormes, condiciones de pago abusivas o períodos de servicio muy largos están desapareciendo, y los proveedores se esfuerzan por atraer nuevos clientes, sean startups o no).
- Tu seguridad laborar no es ya una barrera. Una de los grandes obstáculos que la mayoría menciona al empezar es la reticencia a dejar de lado un trabajo bien pagado y seguro… lo que a día de hoy es cada vez más raro. Las personas que trabajan por cuenta ajena ya no consideran sus puestos "estables”, y viven envueltos en una tremenda incertidumbre. Sin duda es algo por lo que lamentarse, pero ya que es complicado gozar de una buena seguridad laboral… ¿porqué no crear tu propia empresa, aunque sea para autoempleo? No es sencillo, sin duda, es un camino duro no apto para todo el mundo… pero ¿cual no es ahora?.
- No tienes una “mochila” o herencia que gestionar: Aunque a menudo da miedo competir con los grandes dinosaurios del sector, la realidad es que su situación no es envidiable: se enfrentan a estructuras de costes rígidas y pesadas, que no sólo las hacen lentas sino caras. Además a menudo vienen de una cultura corporativa reactiva y poco innovadora… lo que es una profunda desventaja en la situación actual. Cualquier empresa que nazca en la situación actual será probablemente creada con una estructura muy ligera y con personal ágil y adaptable, lo que en la práctica es una ventaja competitiva importantísima. Por último, existe otra circunstancia a valorar: los requisitos de facturación de éste tipo de empresas son altos, y requieren un recurrente complicado de conseguir todos los meses. Sin embargo, una nueva empresa está mucho más protegida de la situación de caída de consumo, ya que tiene unos requisitos de facturación mucho más contenidos.
- Nunca ha habido tanta información: Hace más de 10 años yo estaba peleando en una startup, y no había apenas información sobre nada. No teníamos ni idea de cómo hacer las cosas, y cometimos muchos errores (muy caros) que posiblemente podríamos haber evitado. Sin embargo, ahora vivimos un auténtico renacimiento del conocimiento de la startup. Si uno se toma la molestia puede acceder a decenas de lecciones aprendidas, formas de llegar al mercado, opciones para ejecutar o diseñar un modelo de negocio que hace poco eran muy difíciles de encontrar (o simplemente imposibles). Un lujo que facilita mucho las cosas, y encima cada día está mejor vista la figura del emprendedor.
Todo esto hace que, aunque efectivamente es muy complicado asegurar una financiaciónmínima para empezar (que en mi experiencia realmente es mucho más pequeña de lo que crees, sobre todo si adoptas una filosofía “lean”), lo cierto es que es un buen momento para lanzar una nueva aventura empresarial. Además, tus requisitos de negocio al principio no van a ser muy altos, dado que durante la primera etapa tu objetivo es validar el modelo de negocio y su viabilidad… lo que supone que cuando realmente ya estés preparado para crecer posiblementela situación económica habrá mejorado ( y si no lo ha hecho, tu empresa estará en una envidiable situación competitiva).
De hecho, compañías tan emblemáticas como Apple o Microsoft nacieron con una filosofía absolutamente ligera y en una coyuntura de crisis económica importante, y a pesar de ello consiguieron desafiar al status quo de la época y convertirse en los referentes que son ahora… y todo ello sin contratar unas caras oficinas al principio o personal de apoyo. La aventura será larga y complicada, pero sin duda valdrá la pena.
Un extracto de este post fue publicado en el blog de Viadeo