“En realidad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las preguntas” (Wyne W. Dyer). Poseo un rasgo personal que a veces me juega en contra; aunque reconozco que, en general, resulta útil para mantener activa mi curiosidad y, en consecuencia, para estimular mi aprendizaje continuo: me siento incómodo con mis “metas cumplidas” porque percibo que no hay correspondencia entre los esfuerzos (emocionales y recursos) que he dedicado a mi actividad profesional y el “cuadro de resultados” (materiales).
En esta búsqueda constante de —“¿qué hacer ahora, para sentirme mejor?”, encontré hace unos meses al “Cuestionario Proust”. Enlazo referencias a diversas fuentes de información: El cuestionario de Proust, de Pivot… o de Lipton, 101 entrevistas para un sábado (post-307), Cuestionario Proust, Conocer la verdadera naturaleza de una persona, Atrévete a someterte al certero análisis de Proust.
No es fácil quitarse la ropa y la piel para mostrarse públicamente sin restricciones en un video de 20’ en Youtube
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El “Cuestionario Proust” permite ir por atrás y abajo de las historias personales y las experiencias profesionales, para profundizar y conocer el carácter y los sentimientos del entrevistado. No es una herramienta para diagnosticar rasgos de personalidad, ni posee parámetros que permitan inferir ninguna conclusión sobre las habilidades profesionales, ni patrones de comportamiento, de los individuos que responden al Cuestionario Proust.
Es de un “divertimento” utilizado desde fines del Siglo XIX en reuniones sociales, entrevistas para medios de prensa y prestigiosos programas de televisión.
Se me ocurrió retomar esta idea y conciliar mi interés por “animar” mi canal en Youtube, con mi sincero deseo de hurgar en los sentimientos de las personas que considero con talento en la cultura de Iberoamérica (en las artes, la ciencia, la tecnología, la política, los negocios, la educación…). El primer paso fue invitar (enviando una descripción de mis intenciones y del procedimiento tecnológico que utilizaré) a un grupo de 10 personas. Me respondieron favorablemente 6. 1 me respondió que no le interesaba participar (con una excusa razonable). 3 no responden; interpreto su “no-respuesta”, como un “no quiero decirte «no»… pero no quiero participar”.
Confío que el proyecto prospere para reafirmar mi creencia que conocer los “sentimientos”, no sólo “las destrezas”, de las personas con talento inspira la creación y la recreación de más talento en toda nuestra Iberoamérica.
Además, lo confieso: quisiera encontrar la manera de monetizar esta iniciativa y poder crear un equipo de producción con quien despegar un proyecto webtv con éxito social y beneficios económicos. La primera experiencia de la serie “Entrevistas en Profundidad” (basadas en una adaptación del Cuestionario Proust)” que publico, es al talentoso Javier Martín, de Loogic.com, EmprenderLigero.Com e Iniciador.com (entre otros exitosos emprendimientos de gran valor). Vamos por más. Gracias por ayudarme a difundir esta serie comentando y divulgando este post.
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