La base de una carrera profesional exitosa es el networking. Hacer y mantener los contactos en todos aquellos trabajos por los que pasamos, así como intensificar los vínculos con otros profesionales del sector al que uno se dedica, es imprescindible para medrar profesionalmente, según mantienen la mayoría de coaches laborales. En un contexto en el que las dificultades del mercado laboral para generar empleo han ido en aumento, la colaboración y la ayuda mutua pueden marcar la diferencia a la hora de emprender un proyecto de forma autónoma o acceder a un empleo.
El autor de la famosa Guía básica para contratar y ser contratado, Lou Adler, llegó a la conclusión tras realizar un millar de entrevistas, que para el 92% de los responsables de recursos humanos los mejores trabajadores que habían contratado eran los que previamente les habían sido recomendados. Sin networking no hay cartas de recomendación y, sin éstas, las posibilidades de superar una entrevista de trabajo disminuyen enormemente. La confianza de los responsables de recursos humanos en otros colegas que sí conozcan de cerca la trayectoria profesional del candidato, así como el entorno laboral para el que opta, pueden ser esenciales.
Pero no sólo esto. Los emprendedores necesitan formar a su alrededor un ecléctico equipo decolaboradores cercanos, consejeros y facilitadores, que los ayuden en las diferentes fases de su proyecto, les abran puertas a otras personas clave y, en definitiva, contribuyan a situarlos en el centro del mapa para no pasar desapercibidos. En un mundo tan interrelacionado como el actual es casi más importante conocer a las personas adecuadas, capaces de tocar la tecla que más convenga en un momento determinado, que tener un buen currículum o idea de negocio. Por muy capaz que uno sea, si su red es débil, las posibilidades de “vender” y sacar adelante un proyecto disminuyen estrepitosamente.
Dada la importancia de este concepto, la coach Bonnie Marcus, autora deWomen's Success Coaching, ha sintetizado en siete puntos las claves para crear un networking lo más amplio y consistente posible. Nunca es tarde para ello, aunque lógicamente el tiempo juega en contra, por lo que Marcus insiste en que los recién licenciados deben poner especial énfasis en desarrollar su propia red profesional lo antes posible.
Elaborar una estrategia para rodearse de las personas adecuadas
Una de las debilidades más comunes a la hora de desarrollar el networking, apunta Marcus, es que este se configura casi al azar, sin un plan preestablecido de antemano. “Muchos de nosotros nos relacionamos con otros profesionales de nuestro sector y salimos a tomar algo con los compañeros después del trabajo, pero sin un sentido estrictamente profesional. Uno debe centrarse también en rodearse de las personas que realmente sean adecuadas a sus intereses, para construir relaciones mutuamente beneficiosas y fuertes”, apunta Marcus. Como “personas adecuadas”, la coach entiende que son aquellas que pueden contribuir a alcanzar nuestras metas profesionales y a defender nuestros intereses cuando sea necesario.
“Si yo promociono tú te beneficias, y viceversa”
Dar y recibir. Esta es la esencia del networking. La cooperación hace todo mucho más sencillo, y si uno asciende profesionalmente normalmente contará con el resto de su red y viceversa. Precisamente, esta es la conclusión a la que llegó este estudio realizado por la Pepperdine University's Graziadio School en la que analizaron las prácticas de 600 profesionales en puestos de mando. Su forma de colaborar consistía en que cuando uno adquiere más responsabilidades, estas juegan a favor del resto de la red, que se ve beneficiada directa o indirectamente.
No olvidarse de los viejos contactos, aunque se hayan seguido distintos caminos
Nunca se sabe cuándo uno va a necesitar de la ayuda de viejos compañeros de trabajo o incluso de la universidad. Mantener el contacto con ellos puede ser clave para obtener una recomendación en un nuevo empleo o colaborar con ellos puntualmente. No hay que olvidar que estas personas también tienen su propia red con la que podrán abrirnos otras puertas o recomendarnos a otras personas.
Cuanto más inviertas en tu red, más valor tendrá
Una de las lecciones que más repite la coach es que no se debe ahorrar tiempo ni esfuerzo en “cuidar” la red, puesto que se trata de una rentable inversión: “cuanto más se invierte en el networking, más valor tendrá”. Por tanto, hay que esforzarse en realizar llamadas de forma periódica, contestar a los correos electrónicos y, sobre todo, ayudar allí donde se nos necesite. La única forma de fortalecer los vínculos consiste en ser proactivos, estar dispuestos a echar una mano en lo que haga falta y generar confianza mutua.
Quédate con las tarjetas de los demás
Mucho más importante que dar nuestra tarjeta para crear conexiones profesionales es quedarnos con la de aquellas otras personas que más nos interesen. Uno de los consejos de Marcus en este sentido es escribir notas en el reverso de la tarjeta sobre la conversación que hemos tenido con la persona en cuestión, los posibles intereses mutuos y la mejor forma de volver a contactar con ella.
Olvídate de los lugares comunes cuando conozcas a alguien
A menudo, cuando entablamos una conversación con una persona desconocida caemos en la típica conversación de ascensor y tratamos de impresionarla haciendo énfasis en nuestro currículum o experiencia profesional. Sin embargo, para ganarse la atención de alguien es imprescindible empatizar desde el primer momento, sabiendo escuchar y haciendo las preguntas adecuadas. Ensayar los discursos hará que te sientas más confiado y mejorará tu poder de convicción para vender mejor tus proyectos o ideas.
No limites los contactos sólo a las personas que te caen bien
Caer en una zona de confort en lo que a networking se refiere, rodeándonos solamente de aquellas personas con las que mejor nos llevamos, nos impedirá ampliar nuestra red y sacarle el mayor partido posible. Según una investigación del sociólogo de la Universidad de Chicago Ronald S. Burt, cuanto más variada y plural sea una red profesional más ventajosa será. Por ello, no hay que rechazar nunca a alguien porque tenga opiniones diferentes a las nuestras o trabaje para competencia. En la diversidad está la riqueza, sentencia Marcus.
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