No sé si mi vida está cambiando o será la edad pero cada vez son más las cosas que me importan poco”.
Hace un día soleado. Delante de ti, tienes un puente. Has llegado a él, tras ascender por una ruta muy escarpada y difícil. Te has caído, corrido, llorado pero no sabes cómo has llegado hasta él. Como la vida misma.
Se tambalea. Es estrecho y muy endeble. Sólo puedes pasar tú. Y sabes que tienes que hacerlo, si quieres pasar al otro lado.
Al final del mismo, te espera una cuerda y un cartel que pone “ TU OPORTUNIDAD”… Lo único que tienes que hacer, es saltar si quieres llegar a ella.
La vida siempre nos ofrece situaciones, con dos soluciones. Que no es lo mismo que salidas. O decir SI o quedarnos paralizados, siguiendo como estábamos
Así estás ahora tú.
¿Qué vas a elegir?
No sabes cómo, pero das pasos adentrándote en el puente. Pasos que hacen tambalearte. Nunca te habías sentido así. Sabes que vas hacia un momento importante en tu vida.
Dejar atrás muchas cosas, es algo esencial, para provocar un cambio en tu vida. Habrá viajes en los que podrás llevarte algo, pero NUNCA te podrás llevar todo lo que tienes en ese momento.
Si piensas y quieres que así sea, te digo que estas apegado a todo lo que te rodea. No aceptas que la vida es cambio y nada es para siempre.
Quieres un cambio en tu vida, quieres quedarte en un lado de la vida diferente al que estabas. Un lado donde los pasos llevan alguna parte no conocida por ti hasta ahora. Donde los sueños se hacen realidad y el ser gana al miedo.
Te agarras a la barandilla y mientras ves el fondo del barranco, eso que siempre habías soñado esperándote, viene a ti una lucha de emociones.
Agarrado con todas tus fuerzas a la barandilla, significa que sientes la enfermedad que padece esta sociedad, el miedo. Tienes miedo a ser feliz, a conseguir ese sueño que tienes, miedo a las represalias, a dudar de ti mismo, de tu potencial…
Estas intoxicado emocionalmente.
Dentro de ti tienes emociones que te dificultan, conocerte y dar a los demás, lo que eres y lo que sabes hacer.
No paras de pensar en el “Y SI… ES QUE… NO QUIERO…ES IMPOSIBLE… Y ¿QUÉ DIRÁN SI..?..”…
Tu poder, tu felicidad, tu bienestar lo depositas en lo que opinen los demás, no en lo que sientes tú, en tu verdadera esencia.
Pero también, mirar hacia el abismo, ha hecho que mires adentro de ti. Has estado hasta ahora centrándote en los demás, y ocultando lo que sentías tú. El abismo te ha hecho que reconozcas tus sentimientos, sentimientos que tenías dormidos o “aplastados” con una piedra, por miedo a qué pasaría si los mostraras.
Ver que hay otras posibilidades en la vida, ha hecho que tu cuerpo reaccione con esas sensaciones. Nunca le habías hecho caso, pensabas que siempre estaría ahí contigo. Y cuando te decía algo, o le dabas alcohol para que se “calle” o pensabas que sería una “tontería pasajera”.
Así te sientes agarrado a la barandilla, sintiendo una lucha de titanes dentro de ti.
El conflicto que ahora, se ha mostrado, la vida te lo ha mostrado muchas veces, pero tú no querías hacerle caso. Te has estado limitando hasta ahora, tú mismo.
Deja de echarles la culpa a los demás, tú has sido y eres el único responsable de tu vida y tus resultados.
EL viento cada vez es más fuerte. Sabes que tienes que saltar o seguir por otro camino.
Coger la cuerda y lanzarte hacia tus sueños, es dejar ir muchas cosas y personas que están en tu vida.
Es duro, si. Pero es esencial. Todas esas personas y situaciones, te han enseñado algo. Tienes miedo a perderlas, pero todo tiene su ciclo. Ya te han enseñado lo que tenían que enseñarte. Han sido tus maestros, y ahora tendrás unos nuevos. Acéptalo, dales las gracias por todo y mira adelante.
Y si piensas que te hicieron daño, perdónalos. Ellos lo hicieron lo mejor posible, dentro de sus posibilidades.
Agradece todo lo vivido y a todas las personas que están en tu vida. Pero ahora es tu momento.
Sientes que si saltas, serás una nueva persona. Y quieres tener el control de todo, hasta de los posibles resultados. Si no, nunca saltarás.
La vida no es control, es flexibilidad y aceptación. Todo tiene su propósito, su por qué.
La incertidumbre es la tierra de la creatividad, libertad y de la evolución. Lo desconocido es el campo de nuevas oportunidades. No el control y la dominación.
Pensamos que si saltamos, ya no seremos la misma persona. Que habremos perdido todos los años de la vida que tenemos, que nada habrá valido.
¡¡TE CONFUNDES!!
Verás la realidad desde otra perspectiva, sabrás quién eres y qué quieres. Se acercaran a ti personas que en coherencia contigo y tus sueños…
Habrá personas de tu “yo anterior” que seguirán contigo, porque aceptaran tu cambio, querían y querrán siempre verte feliz. ¿Otras? Se caerán por su propio peso.
Tranquilo, recuérdalas con cariño y sigue adelante.
El puente se está cayendo y la oportunidad de cambio, que tanto deseabas, con él. Ten siempre que lo surge del dolor, siempre suelen ser las experiencias que más aprendizaje nos dan al final.
Te dan la cuerda, para que bajes hacia tu sueño, tu propósito. La cuerda es el camino, no la meta.
Es segura, no te vas a dar el golpe de tu vida, tranquilo. La vida te la da, porque sabe que la necesitas en ese momento. El camino que recorrerás hasta abajo, es lo que siempre has buscado, LA FELICIDAD.
Feliz es quienes somos, no lo que hacemos. Somos superación, confianza, ilusión, propósito, valores… no títulos o consecución de metas.
Si saltas, dejaras de pensar que vas siempre contracorriente y empezarás a ir a favor de la misma.
De ti depende. Todo depende de ti. Nadie te obliga a saltar, pero luego no te quejes.
Así que recuerda que si quieres provocar una Disrupción en tu vida, como el Canalla que sientes que eres:
1.- Desintoxícate emocionalmente.
Da gracias a todas las personas, situaciones y emociones que has vivido hasta ahora. Son lo que han sido y serán. Pero para saltar, tienes que dejarlas atrás.
2.- El cambio comienza en ti.
Toda transformación comienza en ti. Por mucho que esperes que las circunstancias sean idóneas, nunca llegarán. Tú eres la chispa que lo provoca.
3.- El fracaso no existe.
Te han enseñado que si fracasas, serás un apestado, aunque te hayas dado la oportunidad de ser. Algo que los demás no lo hayan hecho. ¿Qué es lo peor que podría pasarte por saltar?
No te vas a morir, te lo aseguro. Aprenderás más tirándote, que pensando que hubiera pasado si lo hubieras hecho.
4.- Todo es posible.
En todo momento podemos hacer las cosas de otro modo. Ahí tienes la oportunidad. La tienes enfrente de ti en forma de cuerda. Confía y Cree.
Lo que crees, creas.
5.- Escúchate cuando tomes las decisiones.
Si recibes una sensación agradable en toda decisión que estés tomando. Vas por buen camino. Si lo que decides, no te agrada aún después de haberla tomado…algo te quiere decir.
Cuando eres sano emocionalmente, pasas del victimismo a ser el Director General de tu vida, provocando lo que siempre has querido, disrupciones y viviendo una vida siempre en modo Acción Canalla.
Te encuentras en medio del puente, el aire te golpea y tienes que decidir… ¿Qué vas a hacer? ¿Saltar? O ¿Seguir esperando a sentirte preparado a la posible siguiente oportunidad?
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