martes, 2 de agosto de 2016

Nuevos desafíos en el ecosistema 'start up'

http://www.expansion.com/emprendedores-empleo/emprendedores/2016/08/02/579f5e0c22601d06098b4615.html 
Poco a poco, en España se va construyendo un tejido de empresas competitivo, aunque aún queda mucho camino por recorrer.
La cultura del emprendimiento en España es relativamente novedosa. Antes de la crisis , la mayoría de españoles querían encontrar un puesto de trabajo para toda la vida; y costaba mucho dar con emprendedores dispuestos a arriesgar su capital. Pero el modelo ha cambiado, y ahora contamos con un mayor tejido de start up que desarrollan nuevos proyectos en diversos sectores. En el primer semestre de este año, la inversión en este tipo de empresas en el ámbito tecnológico alcanzó los 367 millones de euros (superando el récord de 2015, que llegó a los 257 millones en el mismo período).
Incluso ya hay casos de compañías españolas que han triunfado en este sector. Wallapop, PlaySpace o Jobandtalent son ejemplos de start up que han demostrado que la innovación es posible en nuestro país. Ahora se enfrentan a una legislación que no termina de satisfacer las demandas del sector y a un sistema educativo que debe ser reformado para fomentar el desarrollo de nuevas ideas empresariales.

Educación

Es cierto que los jóvenes españoles están bien preparados, pero los emprendedores emigran a los países donde las compañías tienen sus sedes. Además, la situación del mercado laboral impide quedarse a los estudiantes de fuera de Europa porque encuentran demasiadas trabas para conseguir un permiso de trabajo.
Asimismo, no se ha terminado de romper la barrera cultural del miedo al fracaso. Aunque la ley de emprendedores de 2013 intentó avanzar en este aspecto ofreciéndoles una "segunda oportunidad", no se ha terminado de eliminar la sensación de que el error se penaliza.

Oportunidades

El mercado español es lo suficientemente grande como para validar un proyecto en ciernes. De esta manera, en España se pueden investigar y desarrollar nuevos negocios basados en el Big Data, en la realidad aumentada o en el Internet de las cosas. Además, el mercado español es idóneo para aquellas start up que quieren introducirse en Latinoamérica, ya que nuestro país les sirve de puerta al Cono Sur.
Muchos emprendedores aprecian que la mentalidad de consumo en España está cambiando. Hace unos años era impensable que negocios en los que la persona no necesita ser propietaria para disfrutar del servicio triunfasen (como ocurre con BlaBla Car o Car2Go).

Legislación

Quizá éste sea el punto más conflictivo. Las empresas se encuentran con numerosas barreras legales que impiden su correcto crecimiento y desarrollo. Para empezar, todas las start up reclaman mayores incentivos fiscales. Consideran que el riesgo que se asume al inyectar dinero en un nuevo negocio debería otorgar al inversor un trato favorable por parte de Hacienda, como se da en Reino Unido con la exención para inversores.
Además, los trámites burocráticos para formar una sociedad son muchos; así que para empezar un negocio se necesita tiempo y dinero, dos recursos que escasean en el momento de empezar un proyecto.

Barreras

La principal barrera que encuentran los emprendedores es la financiación. Invertir en una start up no es lo mismo que hacerlo en una pyme. Es más parecido a invertir en un departamento de I+D. Sin embargo, en este aspecto se ha avanzado al desligar la financiación de la banca. Los Business Angels, el Crowd Funding o los fondos semilla ofrecen a los emprendedores fórmulas alternativas a las instituciones financieras tradicionales.

Sectores punteros

Pero nuestro país puede ser líder en algunos ámbitos. Aprovechando la importancia del turismo en nuestra economía, muchas empresas están apostando por este sector y apoyando distintos proyectos. Tanto aplicaciones para encontrar trabajo en el sector servicios como sistemas de digitalización y gestión de datos para el transporte están cambiando la forma de trabajar de las grandes compañías.

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