Recorremos la vida de Jeff Bezos, el quinto hombre más rico de la tierra y dueño de Amazon.com: desde su complicada infancia hasta ser el rey del comercio electrónico.
¿Es posible convertir un pequeño negocio de venta de libros por Internet en todo un imperio del comercio electrónico, capaz de fabricar sus propios dispositivos, competir con las grandes cadenas de televisión, vender hasta comida fresca o controlar la mayor compañía de servicios cloud del mundo y tratar de conquistar el espacio? Sí, es posible… siempre y cuando seas Jeff Bezos.
Este hombre, nacido en Albuquerque en 1964, es el fundador y máximo dirigente de Amazon y Amazon Web Services, además de propietario del diario The Washington Post. Su vida, al igual que la de otros muchos millonarios del sector tecnológico, no fue sencilla en sus inicios, por lo que a Bezos se le puede aplicar sin duda el calificativo de ‘hombre hecho a sí mismo’. Nació de una madre adolescente y soltera, posteriormente adoptado también por la siguiente pareja de su madre, un cubano de ascendencia española. Su familia no tenía grandes recursos y tuvieron que hacer grandes esfuerzos para permitir al joven Jeffrey Preston Bezos estudiar Ciencias Informáticas e Ingeniería Electrónica en la Universidad de Princeton.
Su brillante capacidad de análisis y su voluntad de trabajo lo convirtieron, pronto, en una gran promesa de la programación informática en el pujante negocio de la fibra óptica, si bien su gran oportunidad profesional le llegó como analista financiero para varias firmas de Wall Street, donde demostró sus magníficas habilidades para anticiparse a tendencias y prever lo que sus clientes necesitarían.
Pero Bezos no era feliz: su gran ambición era vender libros a través de la Red. Un negocio que pocos veían viable en los 90, pero en el que Jeff confiaba ciegamente.Fue en 1994 cuando comenzó su aventura en Internet que acabó desembocando en el lanzamiento oficial de Cadabra.com en julio de 1995. La empresa, al igual que muchas otras grandes firmas digitales, nació en un garaje y con un capital de apenas 300.000 dólares con tres servidores como principal patrimonio.
De ahí en adelante la historia es bien conocida por todos: Cadabra.com acabó siendo renombrada como Amazon.com (la rumorología dicta que este cambio se debió al intento de Bezos por colocar a su compañía en las primeras posiciones de los directorios online) y de su catálogo inicial de libros físicos acabó por incluir música, películas, juguetes, productos informáticos, ropa y prácticamente todo lo que se nos ocurra imaginar, hasta alimentación y productos frescos en algunos mercados.
Pero Jeff Bezos no quería que Amazon fuera una tienda online al uso, como lo puede ser en la actualidad Alibaba. En su visión, el comercio electrónico debía comprenderlo todo, también la venta y consumo de los contenidos en formato digital. Por ello, en 2007, Amazon lanzó el Kindle, su primer dispositivo de marca propia y que permitía leer libros electrónicos que eran previamente adquiridos en su propia plataforma. En la actualidad, Kindle es el principal soporte para eBooks del mundo y cuenta con millones de usuarios, que ahora pueden también acceder a planes de suscripción mensual para leer tantos libros como deseen. Su apuesta por convertirse en un fabricante de hardware destacado no tuvo el mismo éxito con el FirePhone, lanzado en 2014 y que fue un auténtico fracaso de ventas además de, quizás, el mayor y único fracaso sonado de Bezos en su trayectoria emprendedora.
Amazon Web Services, su pata cloud
En 2006, Jeff Bezos se dio cuenta de que existía una importante ventana de negocio en un campo que, de aquella, aún estaba en pañales: la nube. Y es que, ¿por qué no ofrecer al resto del mercado -incluso a sus más inmediatos competidores- acceso a la plataforma sobre la que estaba desarrollando Amazon.com? De esta forma no sólo conseguía desplegar centros de datos más grandes y potentes, aprovechando las economías de escala, sino que conseguía abrirse paso en una nueva fuente de ingresos.
Diez años más tarde, Amazon Web Services es líder indiscutible en servicios de nube, contando a las principales firmas digitales del mundo entre sus clientes. Tal es su importancia que, pese a que apenas supone el 6,8% de las ventas de Amazon, le reporta el 37,5% de sus beneficios a Bezos.
Padre modélico, rico austero y jefe insoportable
Todo lo anterior le ha permitido a Jeff Bezos gozar de la quinta fortuna más grande del planeta, con más de 64.100 millones de dólares. Sin embargo, y a diferencia de otros colegas de profesión, a Bezos sólo se le conocen algunas pocas excentricidades (como un reloj que durará 1.000 años), viviendo de forma bastante austera y sencilla con sus cuatro hijos, de los cuales uno es adoptado.
Sin embargo, esta actitud tan positiva no se refleja dentro de las oficinas de Amazon, o al menos eso aseguran sus empleados, que lo han catalogado como el peor jefe del planeta. Tal y como ya analizamos en TICbeat, los trabajadores en Amazon enfrentan supuestamente jornadas interminables de trabajo, sin apenas vacaciones si quieren cumplir sus objetivos y con los que la empresa no muestra compasión ni siquiera ante casos de enfermedades como el cáncer. Un lugar donde apenas hay mujeres en los puestos directivos y donde la conciliación de la vida personal y laboral es prácticamente imposible. El fundador de la compañía,Jeff Bezos, no tardó en desmentir esta visión de una empresa “sin alma y distópica”.
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