Mientras la filosofía occidental tiende a buscar la felicidad como una meta, la mirada oriental (como sucede en el budismo) invita más bien a una apertura mental para aceptar el cambio como algo constante, y estar felices disfrutando el presente, el único tiempo en el que en realidad somos.
El budismo práctico se puede ejercitar en la vida cotidiana
La licenciada en Ciencias de la Educación Cintia Vanesa Dias, sostiene que en occidente poseemos una visión muy distinta de la oriental. Sin embargo el budismo práctico va más allá de esas diferencias y nos ofreceherramientas prácticas que nos dan una nueva visión de la realidad y nos permite acercarnos a algo tan abstracto como la felicidad
Como se logra la felicidad?
Es todo una cuestión de miradas. Mientras el occidental la busca como si fuese una meta, siempre termina por alejarse, pensando que algo le falta. Para el oriental, en cambio, la felicidad es más bien un estado de la mente, se puede ser feliz con lo que uno ya tiene, en el momento presente.
Los tres principios
Para el budismo existen tres grandes principios fundamentales para sentir esa felicidad en el aquí y ahora.
1-El cambio es permanente. En la naturaleza no hay nada permanente. Hay cambios constantes en el vuelo de los pájaros, en el color de las hojas de los árboles, en el tiempo, etc. En nuestra vida cotidiana sucede lo mismo, día a día se van sucediendo distintos acontecimientos, nos sentimos bien, otro día mal, salimos a la calle vemos un nuevo edificio, un negocio nuevo, otro que cierra.
Además existen ciclos: un árbol que en otoño esta pelado, solo con sus ramas, en primavera estará cubierto de hojas. Esas hojas no van a ser las mismas de antes, sino que serán distintas. Por todas partes la naturaleza nos deja pistas, de que vivimos en un estado de flujo. El filósofo Heráclito decía: Nunca nos bañamos dos veces en el mismo río.
Este primer principio de que solo existe el cambio, nada es permanente, es lo que le lleva a uno a reflexionar para liberarse y a no vivir tan aferrado a las cosas
2-Todo es dependiente de todo. Este es una de las ideas que más les cuesta aceptar a los occidentales, debido a su individualismo exacerbado. En Oriente, sin embargo, se cree que no existe nada independiente en la naturaleza, todo tiene que ver con todo.
En nuestro día a día todos dependemos de algo, absolutamente todo es dependiente de todo. Y esto nos crea una gran responsabilidad, porque de pronto comprendemos que muchas personas dependen de nosotros, de nuestra forma de ser, de nuestra actitud, o de nuestro trabajo.
3-Vivir en el presente. La actitud occidental suele ser totalmente contraria: vivimos en el pasado (añorando o lamentando) o en el futuro (ya sea con esperanza o temor), e ignoramos el presente. No nos damos cuenta que el presente es lo único que existe, lo otro son solo maneras de escaparse de la realidad, y llevan tarde o temprano a la frustración.
Que leer
- Adiestrar la mente (Dalai Lama)
- Lo que el Buda enseñó (Rahula Walpola)
- La civilización empática (Jeremy Rifkin)
- Un buda (Diego Rafecas)
- Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera (Kim Ki-duk)
- Vidas cruzadas (Tate Taylor)
Dejar de lado, aunque sea por unos instantes los preconceptos, los supuestos, los hábitos y tratar de admirar con frescura lo que a uno le rodea. Intentar observar como si fuera por primera vez: a las personas y situaciones...No tener una respuesta de antemano....Dejar que la vida nos sorprenda, devolverle la frescura de la infancia con la riqueza de la experiencia obtenida.
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