"El artista que aspira a la perfección en todo la alcanza en nada" —Eugene Delacroix
Gracias a Alex Jones por la imagen (clic sobre ella para más info.)
El maestro cerámica anunció el primer día que iba a dividir la clase en dos grupos. Todos los que estaban en el lado izquierdo del estudio, dijo, serían calificados únicamente sobre la cantidad de trabajo que produjeran, todos los de la derecha únicamente por su calidad.
El procedimiento era simple: el último día de clase traería una báscula y pesaría el trabajo del grupo de "cantidad": cincuenta libras de vasijas obtendrían una "A", cuarenta libras a una "B", y así sucesivamente. Aquellos que se calificarían según la "calidad", sin embargo, necesitarían producir una sola vasija "perfecta" para obtener una "A".
Bueno, llegó el día de la calificación y un hecho curioso surgió: las obras de más alta calidad fueron todas producidas por el grupo que estaba siendo calificado por la cantidad. Parece que mientras que el grupo "cantidad" estaba muy ocupado produciendo montones de trabajo y "aprendiendo de sus errores". El grupo "calidad" se había sentado a teorizar sobre la perfección y, al final, tenía poco más que mostrar, como producto de su esfuerzo, que teorías grandiosas y una pila de arcilla sin vida.
Si tu estás deseando perfeccionar algo en tu vida, prueba la hipótesis de la cantidad. Esa ha sido el arma (no tan) secreta de personajes de gran éxito como Picasso, Dalí, Bill Gates, Asimov...
En cuestiones de maestría, cantidad triunfa sobre calidad.
En cuestiones de maestría, cantidad triunfa sobre calidad.
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