Continúo compartiendo algunas reflexiones tras el webseminar en el que participé sobre herramientas de engagement.
Tras la votación entre los participantes, este fue el resultado a la pregunta …
Ya hablé la semana pasada de la opción más votada
Hablando sobre el segundo, ¿qué hace que las preguntas que hacemos sean realmente “accionables”, es decir, que permitan actuar sobre los aspectos a los que se refieren?; ¿qué tiene que ver esto con nuestra credibilidad?
En mi opinión, hay dos cuestiones a tener en cuenta: una técnica y otra más conceptual y que está muy ligada al tercer elemento más votado (el alineamiento del cuestionario con el negocio y lo que el negocio necesita de las personas)
En el post de hoy veremos el aspecto técnico:
- Cada pregunta debería incorporar un comportamiento y un camino a la acción. P.e.“Dialogo a diario con mi jefe sobre la marcha del trabajo”; “Sé cuáles son mis objetivos”, huyendo de valoraciones más genéricas “Mi jefe es abierto y se puede dialogar con él” o “sé qué se espera de mi en mi trabajo”. Cada pregunta implica una promesa de que vamos a hacer algo con la respuesta; si no sabemos qué podemos hacer o si podemos o no actuar para afrontar la respuesta, mejor no formularla. Si preguntamos por algo que o no sabemos resolver o no podemos o no queremos, seamos honestos con nosotros y con nuestros empleados y no “quebremos” nuestra capacidad de influencia en la conversación con ellos.
- Evitar el uso de “satisfecho/a con”. Emocionalmente y desde el punto de vista del engagement, la satisfacción es un concepto débil, que debemos superar. Tenemos la experiencia de que, en muchas organizaciones, satisfecho con el trabajo y la empresa no es movilizado con los objetivos. Es más bien, a gusto; quizás esperando una oportunidad más estimulante o una estancia grata y acomodada.
- Incorporar al menos dos preguntas abiertas por dos razones. En primer lugar te permite obtener toda la información que puedes haber omitido en la encuesta. Y en segundo lugar, y más importante, es una buena manera de captar de forma directa, fresca, el discurso de las personas. Con herramientas de lingüística computacional como las que ya existen, nosotros hemos podido sacar mucho partido a este tipo de preguntas.
En cuanto al aspecto conceptual, nos vemos la semana que viene…
En todo caso y de nuevo, engagement y comunicación se funden/confunden en un concepto casi único. Preguntar es generar engagement en el otro, por la manera cómo preguntas y por aquello de lo que preguntas y por la importancia que le das al otro al hacerlo.
Si quieres seguir dialogando, puedes hacerlo también en @Concha_Gomez
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