Hay cosas que nos irán pasando en 2016. Unas veces seremos más conscientes que otras, pero nos irán pasando y un día ya no las veremos como tendencia sino cómo algo asumido. Sabemos que estamos ante fenómenos que significarán otra gran discontinuidad. Quizás no tendrán un emblema del cambio cómo Internet lo fue para los noventa, pero tendrán un impacto similar. Todos estos cambios de un futuro ya presente (inteligencia artificial, Internet de las Cosas, Big Data, Robótica, Manufactura aditiva – Impresión 3D, Nanotecnología, nuevos materiales como el grafeno, la secuenciación del genoma y la medicina personalizada, la traducción automática y simultánea de lenguas, los retos de la sostenibilidad del planeta, etc.) influirán mucho en la forma cómo gestionaremos las organizaciones. La gran revolución del management está pendiente. Tenemos todavía unos patrones de gestión del siglo XX.
En relación al management de nuestras empresas e instituciones nos empezarán a pasar, o nos pasarán más a menudo, cosas como éstas:
1.- La estrategia continuará siendo la inspiración del futuro pero la planificación será un ejercicio fluido, una guía sinuosa de ejecución. Las estrategias buscarán tener un ADN adaptativo, sin el cual, no sobrevivirán en mercados dinámicos ni en entornos de disrupción.
2.- Iremos sustituyendo nuestras máquinas de inteligencia pasiva por máquinas de inteligencia artificial muy activa que nos ayudarán y nos invitarán a tomar consideraciones o decisiones. Los robots nos rodearán cada año un poco más. La cuestión no se presentará como hombres contra máquinas sino en términos de alianza hombre – máquina. Por eso deberemos saber construir diálogos hombre – máquina que nos ofrezcan resultados palpables y que se hagan notar en la toma de decisiones de mayor calidad.
3.- El BIG DATA empezará a ser cada vez más verdad para muchas organizaciones que hasta ahora lo han tenido como puro buzzword. En 2016 se multiplicarán los ejemplos del impacto del BIG DATA en la gestión pública y privada.
4.- El alud exponencial de información que recibirán las organizaciones tendrá dos vías de enfrentarlo. Una, no hacer nada, correr el riesgo de gestionar cómo antes. Otra, empezar a aprender a manejar grandes volúmenes de datos sin caer en la parálisis por análisis y ensayar nuevas oportunidades para los clientes. Las síntesis estratégicas y operativas serán un recurso imprescindible, cómo se comunican estás síntesis en tiempo casi real será un reto de primer orden.
5.- La innovación empezará a declinar como moda, pero quedará como necesidad imperiosa de diferenciación y de entrenamiento para cambios profundos. La innovación o será auténtica (con liderazgo, riesgo y sentido estratégico) o será muy mediocre. Por otro lado, la necesidad de continuar creando puestos de trabajo hará que la innovación tenga la necesidad de tener una componente también de responsabilidad social. Deberemos demostrar que innovación y creación de empleo no son un trade–off.
6.- Los líderes serán un poco más servicio y un poco menos ego. La visión y el sentido del servicio será más importante que el carisma. La coherencia será la base de los liderazgos sólidos. Todo lo relevante será casi transparente.
7.- La agilidad es un vector fundamental en un mundo acelerado. Agilidad no es improvisar. Para ser ágil hay que prepararse muy bien. Las empresas informáticas que aplican Scrum se preparan y avanzan con agilidad planificando muy bien sus iteraciones. Para ser ágil no hay que improvisar, hay que aprender a planificar de otro modo.
8.- La desburocratización no es un simple ejercicio de reingeniería de la eficiencia, es un manifiesto de empatía. El fondo por encima de la forma. El cliente (o el ciudadano) cómo principio, y no como final, de la cadena de valor.
9.- El emprendimiento corporativo es una ola que sube sin parar. El 2016 será un gran año de corporate venturing y de intrapreneurship.
10.- Las organizaciones necesitan coaliciones más potentes y operativas entre el talento interno y el talento externo. Hay que abrirse y saber dar mayor operatividad a las redes. Venimos de organizaciones muy cerradas. Hay que aprender a multiplicar con perímetros más permeables. Las nuevas organizaciones son más permeables y transparentes.
Y una última cosa, . El cambio es cambio cuando nos toca cambiar, dejar de hacer lo que hacíamos y asumir nuevos paradigmas personales. El cambio se conjuga en primera persona.
Seguro que en 2016 pasarán muchas más cosas. Pero intuyo que estás tomarán cada vez más cuerpo. En cualquier caso lo comprobaremos muy pronto.
Que tengáis un Buen Año amigos de Sintetia, que la salud nos dé la oportunidad de hacer mucho y compartir más.
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