“Los obstáculos de su pasado pueden convertirse en las pasarelas que conducen a nuevos comienzos.” ~ Ralph Blum
Todos estamos familiarizados con el concepto de “liberar el pasado.”
Como alguien que hemos experimentado una gran cantidad de experiencias en nuestras vidas, dónde a veces hemos estado en estado ansioso, para dejar de lado este estado, muchos estamos muyfamiliarizados con este concepto, con este estado de ánimo, sobre todo en situaciones dónde “las ansias han podido más que la paciencia“.
Queremos estar presentes en nuestra totalidad en todo durante nuestras vidas, sin estar atados a lo que ya hemos producido; queremos estar listos, dispuestos, y en el momento en que podamos tomar lo que nos viene en nuestro valor nominal. (Sólo en caso que nos estemos preguntando, si es para nosotros ¡un trabajo en progreso!).
No queremos evaluar nuestras experiencias actuales y futuros basados en un pasado que podemos, o no tener, disfrutamos.
No empecé a considerar seriamente mi propio deseo de dejar de lado el pasado hasta que salí de una relación.
La parte de mi proceso personal de sanación fue un momento intenso de interrogatorio y la exploración interna de toda la experiencia. Empecé teniendo en cuenta lo que en realidad podría desear dentro de una relación, y cuáles son las cualidades que prefiero en la pareja. Esto que os cuento, lo podemos extrapolar incluso el dejar un trabajo, una organización, un equipo, un estudio, lo que sea, el kit de la cuestión es saber y conocer el momento en el que somos capaces deencontrarnos con nosotros mismos, el saber mirar hacia adelante, por muchos impedimentos que nos lleven la vida.
Esta semana estuve con varias personas que por un motivo u otro, estaban en proceso de cambio, estaban en momentos que habían dejado la relación o una organización, las dos personas volvían a mirar hacía a frente un nuevo futuro estaba empezando para los dos, realmente me alegré mucho de verlos nuevamente contentos, sin realmente conocer su futuro pero estaban felices por el futuro de la incertidumbre, el hecho de haber salido de sus zonas de confort, de explorar cosas que meses atrás no hubieran nunca ni imaginado pero estaban sucediendo y aún están pasando en sus vidas.
Nos damos cuenta que estábamos pensando en lo que queríamos en términos de lo que no queríamos.
Estos “no queremos hacer” son todas las cosas que ya habíamos experimentado en las experiencias, situaciones vividas, trabajadas con anterioridad. Nos damos cuenta que en realidad estamos ansiosos y nerviosos ante la idea de la “no queremos” que nos ocurra de nuevo, y es entonces cuando nos damos cuenta que es hora de dejar ir.
Esta experiencia, y otras, también nos ayudarán a darnos cuenta que el deseo de “liberar el pasado” está en contradicción con la advertencia común que hemos aprendido de él.
Cuando somos pequeños, aprendemos tratando una y otra (y, a veces una y otra y otra vez) de nuevo. No hicimos uso de una cuchara correctamente en el primer intento; ni tampoco caminamos sin caer de culo con los pañales puestos muchas veces. Esta es una parte absolutamente normal del proceso de aprendizaje.
No hemos nacido con la tendencia a juzgarnos a nosotros mismos por el número de veces en que tratamos de hacer las cosas lo mejor posible; esto viene después del aprendizaje y de la experiencia. En algún momento, “los intentos” se convirtieron en “errores”, y el auto-juicio es como si nos pateásemos nuestro propio trasero.
Esto ocurre en la conjunción con el reconocimiento de la creencia cultural que las personas responsables aprendemos de nuestros errores. Este es un concepto que valoramos muy positivamente en nuestra tribu humana. A menudo hay un gran juicio negativo colocado en personas que, percibimos, dado que hacemos los mismos “errores” una y otra vez. “El hombre es el ser de tropezar con la misma piedra más de una vez”.
La mayoría de nosotros queremos evitar sentirnos juzgados (por nosotros mismos y por los demás) y las emociones desagradables que vienen con el propio juicio que nos hacemos o nos hacen, por lo que fácilmente aceptamos que aprenderemos de nuestros errores.
Una de las maneras en que tratamos de hacer esto es mediante el mantenimiento de las imágenes relacionadas y el diálogo interno del pasado dentro de nuestra conciencia actual. Pensemos en ello como el pasado, lo enfrentamos, lo focalizamos en el centro para poder ir y estar de frente, mirándonos nosotros mismos a la cara.
Es difícil dejar de lado algo que también estamos manteniendo un control, sobre que no queremos olvidarlo, y por lo tanto repetirlo.
¿Cómo podemos avanzar, tanto con la liberación del pasado, y aprender a la misma vez del mismo?
Nuestra auto-aceptación.
Cuando conscientemente deseamos que dejar de lado una vieja experiencia, lo que a menudo realmente diciendo es, “no estoy bien con lo que pasó y quiero hacer ver o pretender que nunca ocurrió.” No hay mucha aceptación en esa frase, o auto de otra manera.
¿Qué ocurre si reemplazamos con: “No estamos contentos con lo que ocurrió, pero acepto lo que hicimos, ya está hecho, y confiamos lo suficiente como para dejarlo en el pasado, donde se encuentra.”
Re-enmarquemos que el “No estamos bien…” frase que con un poco de auto-aceptación, si lo sentimos tiene un sonido muy diferente.
Del mismo modo, es difícil de aprender de nuestros errores cuando estamos ocupados superándonos a nosotros mismos a lo largo del camino de nuestras vidas, experiencias etc.
La aceptación de lo ocurrido (nuestro propio mal comportamiento o de otra persona) nos pueden facilitar el proceso.
Hay una gran diferencia entre aprender de los propios errores y constantemente reaprendiendo de nosotros mismos, mirando alrededor de dichos errores en un esfuerzo para no repetirlos.
Creo que todos queremos vivir en el ahora disfrutando, notando, apreciando cada instante, aprender y abrazar nuestras vidas sin la parafernalia diversa del vivir del pasado para poder colorear nuestras perspectivas, creando expectativas que no nos apoyan en nuestras vidas.
Si llenamos la experiencia de vivir plenamente en el presente es un regalo maravilloso para dar de nosotros mismos. ¿Cuáles son las herramientas que hemos encontrado útiles al dejar atrás nuestro pasado?
Aunque este artículo de hoy sea para nuestro crecimiento, desarrollo personal, siempre lo podemos extrapolar a nuestras experiencias profesionales, inclusive a las dos a la misma vez, dado que las dos coexisten en el mismo tiempo y en nuestras propias vidas.
“Que el miedo nunca decida por ti” – Micaela Gellert
Gracias por leerme
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