miércoles, 28 de septiembre de 2016

Del Senet a la Gamificación: motivación 3.0.

https://alcorconsultores.wordpress.com/2016/09/28/del-senet-a-la-gamificacion-motivacion-3-0/ 
Nos gusta jugar. El éxito arrasador de Pokemon Go! de los últimos meses no ha sido fruto de la casualidad ni de una moda repentina.
egipto
Pintura de la reina egipcia Nefertari jugando al Senet (Siglo XIII a.C.)
Ya desde los tiempos prehistóricos buscábamos nuevas formas de ocupar nuestro tiempo libre y socializarnos. Desde el Senet en el antiguo Egipto al primer videojuego de ajedrez en 1950, nuestra forma de entretenernos ha evolucionado con la sociedad, extendiendo su uso a medida que lo hacían la tecnología y los medios de comunicación masivos.
Y es que según el último estudio de la Asociación Española del Videojuego, el 38,9% de los adultos de nuestro país juega a algún tipo de videojuego. Es más, existe un mayor número de jugadores que de no jugadores entre la población de 18 a 44 años.
Pero, ¿por qué nos gusta tanto? ¿Qué tienen los videojuegos para haberse convertido en un imprescindible en las vidas de muchos de nosotros?
  • Mantienen nuestra memoria a punto: es habitual que la toma de decisiones mientras se juega a un videojuego sea instantánea y requiera procesar rápidamente grandes cantidades de información. Según la revista científica Nature, algunos juegos requieren unas 150 interacciones por minuto con el teclado y ratón, lo que ejercita nuestra memoria, mejora la atención y nos ayuda a ser más ágiles decidiendo.
  • Aumentan nuestra concentración: los videojuegos exigen que destinemos grandes dosis de concentración a superar las diferentes situaciones y escenarios que nos plantean. A largo plazo, nuestra capacidad de concentración general aumenta, y eso nos encanta.
  • Jugar en equipo mejora nuestras relaciones sociales: resolver retos en común refuerza vínculos y nos hace sentir más satisfechos, felices y relajados.
  • Somos más creativos: a veces la solución al problema planteado requiere buscar caminos alternativos para alcanzar la meta.
  • Aprendemos: algunos juegos nos ayudan a adquirir habilidades sin apenas esfuerzo. Es algo que nos divierte y entretiene, que adoptamos de forma voluntaria sin perder la motivación.
  • En definitiva, nos hacen más felices.
gamificationNo es de extrañar entonces que muchas compañías ya se hayan lanzado a gamificar sus actuaciones para reforzar ciertas actitudes y habilidades en sus empleados, de una forma especialmente pensada para maximizar la motivación: hacer lo que se debe hacer y conseguir reconocimientos por ello.
Pero no solo de motivación va la cosa, introduciendo gamificación en Comunicación Interna también podemos:
  • Fomentar la participación de todas nuestras personas en las iniciativas corporativas.
  • Mejorar la competitividad: los rankings ayudan a motivar a las personas y suponen una llamada a la autosuperación.
  • Promover el trabajo en equipo, utilizando sistemas de puntos que beneficien la interacción entre diferentes jugadores.
  • Genera vínculos con las personas y mejora su compromiso gracias a la interactividad.
  • Reforzar valores y/o comportamientos con interacciones premiadas con mayores puntuaciones.
  • Mejorar el clima laboral, premiando estos momentos de ocio tan beneficiosos para la empresa.
Y todo ello adaptado al entorno de nuestras personas, a sus hábitos, conductas y preferencias de uso, gracias a lo que analítica predictiva y las tecnologías cognitivas actuales pueden aportar a la gamificación.
¿Estamos ante la nueva era de la motivación 3.0? ¿Conoces algún caso de éxito de gamificación en Comunicación Interna?
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