Adiós a los exámenes
- La Escola Pia extiende a 3.000 alumnos el aprendizaje por competencias y la evaluación continua
Ni exámenes finales ni asignaturas. La educación en Catalunya no va por ese camino, más bien atiende a los principios de la evaluación continua y del aprendizaje por competencias. ¿Reválidas? ¿Un examen memorístico en el que se pone a prueba las materias aprendidas en los últimos años? Los elementos esenciales en la innovación pedagógica están trasladándose también a las grandes escuelas catalanas tradicionales de carácter religioso, de las que dependen millares de alumnos. A los Jesuïtes, que ya están implantando su proyecto Horitzó 2020 desde el 2012, se sumarán este otoño la Escola Pia, que ya inició un plan piloto el pasado año, y los Maristes, que arrancarán con una primera fase este año, según informó ayer la Fundació Champagnat-Maristes Catalunya.
El plan piloto de la Escola Pia se ensayó con éxito el pasado año en siete centros. Según los impulsores, los alumnos se mostraron más motivados y lograron adquirir más responsabilidad sobre su propio aprendizaje mientras que alcanzaban las competencias previstas en el currículum. Tras el éxito, este próximo curso la iniciativa se extenderá a los 20 centros, en mayor o menor medida, pero en todos los ciclos formativos, desde P-3 hasta 2.º de bachillerato, lo que implicará a un total de 3.000 alumnos (54 grupos). La implantación del proyecto Summem será progresiva hasta alcanzar los 20.000 estudiantes en cuatro años.
Summem da la vuelta al currículum, elimina las asignaturas y las evaluaciones finales para implantar el aprendizaje a través de la unión de varias disciplinas. Se aprenden contenidos, pero de distinta forma. Así, se trabaja a través de retos y proyectos en los que interviene más de una materia. Se sustituye el trabajo individual por el trabajo en equipo y el estudio de contenidos por el aprendizaje en el proceso de entender, pensar y aprender nuevos conocimientos que pueden ponerse a prueba en situaciones específicas.
“Este proyecto quiere dar respuestas educativas reales a los retos de la sociedad del siglo XXI haciendo una escuela adecuada a las necesidades de los niños y jóvenes, rompiendo moldes y apostando por el aprendizaje interdisciplinario, inclusivo, por competencias y cooperativo”, dijo el secretario general de les institución educativa en Catalunya, Antoni Burgaya.
Por su parte, los maristas pondrá en marcha la primera fase, consistente en un proceso de participación con toda la comunidad educativa (educadores, alumnos y padres) con la idea de implantar el proyecto que se defina en el curso 2018-2019.
Durante la apertura del curso universitario, el president Carles Puigdemont señaló que “de ningún modo se puede admitir la imposición de una reválida estatal que obligue a renunciar a la capacidad de evaluar lo que se enseña” en Catalunya, en referencia a las reválidas de la Lomce que el Govern ha recurrido. E insistió que Catalunya mantendrá el próximo curso las pruebas de acceso a la universidad (PAU). Por su parte, el Marc Unitari de la Comunitat Educativa (Muce), formada por los sindicatos y asociaciones de familias, exigieron que el Govern muestre mayor contundencia para desobedecer la Lomce.
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