Según definieron Salovey y Mayer el año 1900, la inteligencia emocional consiste en manejar los sentimientos y emociones, clasificarlos y utilizar estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones.
La inteligencia emocional, por lo tanto, no tiene nada que ver con la inteligencia lógica. De hecho, se ha demostrado que, un 70% de las veces, las personas con un coeficiente intelectual promedio superan en inteligencia emocional a las que tienen coeficientes más altos. Esto esclareció que el coeficiente intelectual no es la única fuente de éxito en la sociedad, pero la inteligencia emocional es tan intangible que es muy difícil de catalogar el grado que alguien tiene.
Sin embargo, un análisis de los datos de más de un millón de personas realizado por Travis Bradberry ha sintetizado algunas claves que nos pueden ayudar a saber si tenemos o no inteligencia emocional.
Según este autor, las personas con inteligencia emocional comparten las siguientes características:
1- Tienen un amplio vocabulario emocional
Todas las personas experimentan emociones, pero solo algunas pueden identificar con precisión qué les ocurre. Según la investigación de Bradberry, solo el 36% de las personas pueden verbalizar si están irritados, frustrados, estresados u oprimidos. El resto se suelen basar en un simple “bien” o “mal”. Mientras más específicas sean tus palabras, mayor facilidad tienes para saber cómo te sientes, qué ha causado el posible problema y cómo lo puedes arreglar.
2- Sienten curiosidad por los demás
Sin importar si eres extrovertido o introvertido, si tienes inteligencia emocional tendrás una gran empatía por lo demás, por lo que te preocuparás por la gente que te rodea y, por lo tanto, sentirás gran curiosidad por ellos.
3- Abrazan el cambio
Quienes son inteligentes emocionalmente también se adaptan con facilidad a los cambios. Dejan de lado el miedo que puede provocar cambiar de vivienda, trabajo o pareja y buscan la felicidad escondida.
4- Saben cuáles son sus puntos fuertes y débiles
La inteligencia emocional no solo se basa en conocer las emociones. También en las debilidades y fortalezas de la propia persona. Consiste, en definitiva, en conocerse a uno mismo. De este modo, saben cómo usar su propia personalidad para adaptarse a las situaciones.
5- Saben perfectamente lo que le ocurre a los demás
Un gran rasgo de la inteligencia emocional es la conciencia social; la capacidad de saber cómo están las otras personas. Alguien que sabe analizar los sentimientos del resto tiene mucho ganado, aunque son pocos los verdaderamente capaces de hacerlo.
6- Son difíciles de ofender
Si te conoces a la perfección, es difícil que las palabras del resto te consigan sacar de tus casillas. Quienes tienen una gran inteligencia emocional suelen estar seguros de sí mismos y tienen la mente abierta, por lo que ofenderles no es tarea fácil. Incluso, suelen ser personas que se burlan de sí mismas o se ríen con los demás cuando se meten con él.
7- Saben decir “no”
Decir que no a alguien es una tarea muy complicada que depende, en gran medida, del autocontrol. La impulsividad suele llevarnos a decir que sí a todo, pero las personas con gran inteligencia emocional saben lo que puede provocar realizar una tarea u otra y, por lo tanto, se niegan con facilidad a lo que puedan provocarle estrés, agotamiento o incluso depresión.
8- Dejan pasar sus errores
Las personas emocionalmente inteligentes se distancian de sus errores, pero sin olvidar que los han cometido. De este modo, son capaces de adaptarse a las situaciones para que les sean más fáciles pero sin fustigarse por lo que se les da mal. Al hacerlo, incluso mejoran la manera que tienen de afrontar los errores del resto.
9- Dan sin esperar nada a cambio
Cuando das algo de manera espontánea, sin esperar nada a cambio, generas una gran impresión en la otra persona que puede derivar en una relación estrecha. Las personas que tienen una gran inteligencia emocional lo saben y, por ello, lo hacen asiduamente.
10- No guardan rencor
Las emociones negativas relacionadas con el resentimiento son, en realidad, una consecuencia del estrés. Es un mecanismo de supervivencia que te obliga a huir cuando te enfrentas a una amenaza. Sin embargo, quienes se conocen bien a sí mismos y a los demás pueden llegar a entender mejor los problemas y, por lo tanto, dejarlos atrás sin guardar rencores inútiles.
11- Neutralizan a las personas tóxicas
Cuando una persona con gran inteligencia emocional se topa con alguien que le suscita emociones negativas, rápidamente saben identificarlo. Por lo tanto, más que enfrentarles suelen neutralizarles, y así evitan cualquier sentimiento negativo que puedan provocarle.
12- No buscan la perfección
Quien se conoce sabe que nadie es perfecto, por lo que la perfección nunca es su objetivo. Cuando el objetivo de una persona es la perfección, la sensación que queda siempre es de fracaso, de frustración. Por lo tanto, las personas emocionalmente inteligentes prefieren ahorrarse estos esfuerzos y dedicarlos a otras cosas.
13- Aprecian lo que tienen
Estar agradecido con lo que hay a tu alrededor reduce el cortisol (la hormona del estrés) en un 23%. Por lo tanto, las personas que tienen conciencia emocional y tienen vínculos más fuertes con quienes hay a su alrededor cuentan mejores estados de ánimo y energía.
14- Desconectan
Estar las 24 horas disponible, pensando en el trabajo o conectado a las redes te expone a un bombardeo constante del tipo de factores que provocan estrés. Algo tan simple como dejar de mirar el email puede disminuir el estrés, por lo que las personas que saben cómo les afecta cada circunstancia saben respetar el tiempo que se dedican a ellas mismas.
15- Limitan el consumo de cafeína
La cafeína provoca la liberación de adrenalina y la adrenalina es la fuente del impulso de luchar y huir. Estos mecanismos dejan de lado el pensamiento racional a favor de una respuesta más rápida para asegurar la supervivencia, lo que es útil cuando un oso te persigue pero no tanto cuando tienes que responder a un whatsapp. Por lo tanto, las personas que tienen un índice alto de inteligencia emocional intentan reducir el consumo de cafeína para que no interfiera en sus relaciones.
16- Duermen lo suficiente
La falta de sueño es una fuente importante de problemas de atención y memoria. De este modo, la inteligencia emocional se ve altamente perjudicada por no dormir bien, de manera que suelen dormir bastante.
17- Dejan de lado los pensamientos negativos
Cuanto más se piensa en los problemas, más poder se les da. La mayoría de nuestros pensamientos no llegan a ser hechos, sino amenazas percibidas por el cerebro. Pero las personas emocionalmente inteligentes saben separar sus pensamientos de los hechos, por lo que escapan del ciclo de la negatividad en busca de una perspectiva positiva.
18- No dejan que nadie limite su felicidad
Las personas emocionalmente inteligentes no tienen por qué fundamentar su felicidad en las opiniones de los demás. Ellos se sienten bien acerca de algo que han hecho, sin dejar que el resto controle sus emociones. La autoestima les viene de dentro.
Juan Carlos Saloz
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