TIM O'REILLY CEO DE O'REILLY MEDIA
Por Z. Marcos / N. Núñez |
Todo pionero -sea en el campo que sea- produce con sus afirmaciones una mezcla de asombro y esperanza. Obliga a quienes le escuchamos a preguntarnos cómo puede ver lo que los demás todavía ni hemos imaginado. Pero la satisfacción de ser el primero en llegar a cualquier lugar, no disminuye la inquietud de mirar a los lados durante el camino para darse cuenta de que está caminando solo. Sin mapas ni guías. Porque quienes siguen al que abre paso lo hacen siempre a una distancia prudencial, no sea que los baches se traguen a toda la expedición. Tim O’Reilly está acostumbrado a llegar el primero a muchos sitios. Lo hizo durante los años ochenta, cuando desde su propia editorial dio un giro al mercado habitual de los libros técnicos -hasta entonces dirigidos únicamente a especialistas- para abrirlos al gran público a precios asequibles. Suya fue la primera guía divulgativa sobre Internet (The Whole Internet User’s Guide & Catalog) en una fecha tan temprana como 1989 y suyo fue también el primer portal abierto en la Red (Global Network Navigator) en 1993. Más de 20 años después, sigue abriendo nuevos caminos.
Cum laude en Lenguas Clásicas por la universidad de Harvard, O’Reilly es una rara avis en el territorio de la tecnología. Él mismo, en un artículo publicado en su web en el que hacía referencia a los libros que más le habían marcado en su vida (sobre todo obras de poesía, filosofía y lingüística), reconocía que se dedica al negocio de los ordenadores con herramientas adquiridas en un mundo muy diferente”. Herramientas que le han ayudado a ampliar su punto de vista cuando se ha embarcado en no pocas cruzadas para, por ejemplo, reclamar la libertad de Internet, defender un sistema justo de patentes o abogar por la difusión del software libre.
A O´Reilly le debemos la creación del concepto de web 2.0 en 2004, que definió como la aplicación de la inteligencia colectiva a través del conocimiento compartido en Internet. Y, por extensión, el gobierno digital. Son ideas nacidas de un cerebro optimista, de alguien que mira al futuro convencido de las posibilidades que nos brinda la ciencia para que nuestra especie salga de la encrucijada en que se encuentra: “Con la tecnología actual estamos explorando la siguiente era del espíritu humano”. Así, frente a las últimas noticias que alertan sobre el temor de muchos trabajadores a perder su empleo por la llegada de robots cada vez más sofisticados, O’Reilly defiende que el problema no es tecnológico, sino humano. La solución es “crear una economía donde las personas importen”, asegura; lo que debemos replantear es el sistema económico, no los avances científicos.
A través de las causas que defiende, de sus decisiones empresariales y de sus numerosas conferencias, O’Reilly se ha convertido en la voz de la conciencia de Silicon Valley. En un entorno donde se la da importancia a las cuentas de resultados y a los circuitos de silicio, O’Reilly es es un librepensador que dice no saber si en realidad le gusta la tecnología: “me gustan los exploradores, me gustan los inventores, me gustan los hackers”. Nada de lo que ocurrirá está escrito, pero los pioneros no pueden evitar aventurarse a trazar un rumbo. O`Reilly sabe que, como defendía Alfred Korzybski, uno de los filósofos que más le han influido: “Un mapa no es el territorio que representa. Pero si es correcto, posee una estructura similar al territorio, que es lo que lo hace útil”. Una mirada humanista que debería resultar inspiradora para quienes están a la vanguardia de la tecnología.
Entrevista: Zuberoa Marcos
Edición: Noelia Núñez / Georghe Karja
Texto: José L. Álvarez Cedena
Temas: Medios de Comunicación, TecnologíaEdición: Noelia Núñez / Georghe Karja
Texto: José L. Álvarez Cedena
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