-En una exposición de arte, un visitante pregunta a un famoso escultor: -¿Cómo ha podido crear una escultura tan magnífica?.-La he hecho salir a golpes de un bloque de mármol, responde el maestro. El visitante asombrado, le responde: -Ya. ¿Y cómo sabía que estaba ahí adentro?-
Efectivamente, la estatua preexiste como posibilidad maravillosa, pero no en el bloque de mármol, sino en la cabeza del artista.
Cuando percibe esa posibilidad, se entrega a su realización. Visto así, el tiempo de vida que cada uno de nosotros tiene por delante se asemeja a un bloque de mármol tosco del que se puede extraer, esculpiendo, cualquier tipo de figura. No importa que el tamaño de ese bloque sea más o menos grande, tan sólo basta con reconocer en ese bloque la mejor figura posible que se pueda formar y dirigir nuestra actividad hacia ella.
Cuando percibe esa posibilidad, se entrega a su realización. Visto así, el tiempo de vida que cada uno de nosotros tiene por delante se asemeja a un bloque de mármol tosco del que se puede extraer, esculpiendo, cualquier tipo de figura. No importa que el tamaño de ese bloque sea más o menos grande, tan sólo basta con reconocer en ese bloque la mejor figura posible que se pueda formar y dirigir nuestra actividad hacia ella.
Elisabeth Lukas
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