Álex Rovira, mentor de Comunicación y Personas del Human Age Institute, nos ha hablado de teorías innovadoras de la Psicosocioeconomía, con la tipología de personalidades de la que en su día escribió en el libro ‘El Beneficio’ (2011) con George Escribano (psicoterapeuta y profesor de la Universidad Sigmund Freud de París). El libro, novelado, trata de “Víctor, director general de Innova Business Corporation, que en la soledad de su despacho está a punto de tomar una decisión importante. Desmotivado por el clima de crispación que vive a diario en el trabajo, se ve obligado a presentar su carta de renuncia. Mientras teclea el texto de su dimisión piensa que en realidad esta renunciando al sueño de su vida. Gracias al correo electrónico de una tal Ariadna y a la correspondencia que a partir de ese momento intercambian, Víctor empieza a reflexionar, a tirar del hilo y a vislumbrar la salida del laberinto. Se da cuenta de que Innova esta enferma y de que en sus manos esta la llave para sanarla”.
Para los autores, “La patología o la salud de los miembros del equipo directivo es la que determina la patología o la salud de una empresa, su desarrollo crítico o saludable tanto en sus procesos como en sus resultados. Cuando estamos ante el desarrollo crítico, la empresa se ve afectada en las personas que trabajan en ella, en su mercado y entorno, y en el estado de sus cuentas”.
Álex y George distinguen entre virus y anticuerpos. “En los ambientes hostiles se desencadena el temor, se inhibe la creatividad, la espontaneidad y el intercambio honesto y sincero. Los directivos virus actúan generando miedos, creando ambientes adversos y estresantes en los que las personas desarrollan la parte patológica de su personalidad”. Por el contrario, “el directivo anticuerpo se lleva a la gente de calle y se preocupa realmente por conocer, comprender, cuidar y hacer crecer a las personas de su entorno”. Los virus postergan, fomentan la discordia, buscan culpables, manipulan, promueven el conflicto y la competición destructiva, actúan mediante acoso moral, juegan con el sentimiento de culpa de los demás, dicen “no me cuentes tu vida”, desconfían, persiguen, y de todo ello se vanaglorian.
A partir de ahí, “Una estructura de personalidad es el conjunto de características de una persona que se mantiene más o menos estable y constante en el tiempo y que la diferencia del resto de las personas. Cada uno de nosotros tenemos una personalidad o una manera determinada de percibir, sentir, pensar y actuar”. Hay ocho tipos básicos de personalidad:
• Histérica/sociable.
• Obsesiva/metódica.
• Pasivo-agresiva/creativa.
• Borderline/apasionada.
• Narcisista/líder.
• Psicópata/audaz.
• Paranoica/persistente.
• Esquizoide/meditativa.
“Lo importante es saber que cada una de estas ocho personalidades tiene sus propios canales de comunicación que, una vez conocidos, pueden gestionarse adecuadamente”.
“La buena noticia es que cada personalidad tiene sus talentos y capacidades, y pueden manifestarse a través de una comunicación adecuada. También cada personalidad tiene sus canales de comunicación, es decir, un modo particular de relacionarse con los demás, de sentirse comprendida y de hacerse comprender.”
Álex nos ha explicado los canales de comunicación:
- Histérica/sociable: las emociones y las sensaciones.
- Pasivo-agresiva/creativa. El pensamiento y el orden. Conviene
- Obsesiva/metódica: el humor y la complicidad.
- Borderline/apasionada. Las emociones y los retos.
- Narcisista/líder. El pensamiento y las emociones.
- Psicópata/audaz. El reto y la excitación.
- Paranoica/persistente: los valores y las normas.
- Esquizoide/meditativa: las órdenes o instrucciones específicas.
Gracias, Álex, por compartir tu sabiduría de forma tan amena esta mañana.
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