"Deje que su mente se convierta en una lente, gracias a los convergentes de los rayos de la atención" —Antonin-Dalmace Sertillanges
Imagen: Paul Skorupskas (clic sobre la foto para más info.)
Cuando estaba en el colegio no entendía porque no podía hacer los deberes con el televisor encendido. Para mi era del todo posible estudiar mientras le dirigía una ocasional mirada a lacaja tonta.
Muy a mi pesar, y en contra de mis deseos, cada que mi padre me descubría me hacía apagarla.
Hoy, gracias a los portentosos avances de la ciencia, sabemos que ocurre en el cerebro mientras aprendemos y porque es tan importante hacerlo de manera concentrada evitando las distracciones (¡gracias Papá!).
La mielina es una capa de tejido graso que crece alrededor de las neuronas, la cual permite que estas se activen más rápido y de manera más limpia.
Cuando estamos aprendiendo alguna habilidad, sea esta física o intelectual, lo que estamos haciendo es creando circuitos en el cerebro que permiten ejecutar dicha tarea. La práctica reiterada hace que se desarrolle más mielina en los circuitos relevantes para dicha habilidad. Cuanta más mielina desarrollamos en esos circuitos neuronales, más fácil y con mayor eficacia se activan.
Para favorecer el desarrollo de mielina debemos practicar la habilidad de manera exclusiva y concentrada. Cuando intentamos aprender en medio de distracciones lo que ocurre es que hay muchos circuitos activados en el cerebro y esto evita que se forme suficiente mielina alrededor de los circuitos relevantes para nuestro aprendizaje.
Hoy no solo es la televisión la que atenta contra nuestra concentración: WhatsApp, Facebook, el correo electrónico y tantas otras cosas diseñadas para capturar nuestra atención, son una amenaza constante.
En la sociedad del conocimiento, la capacidad de concentración es un verdadero superpoder, no sólo nos permite aprender asuntos complejos más rápido, también es un aliado fundamental de la productividad.
Quienes sean capaces de concentrar su atención de manera intensa serán quienes con más facilidad prosperen en la sociedad actual.
Muy a mi pesar, y en contra de mis deseos, cada que mi padre me descubría me hacía apagarla.
Hoy, gracias a los portentosos avances de la ciencia, sabemos que ocurre en el cerebro mientras aprendemos y porque es tan importante hacerlo de manera concentrada evitando las distracciones (¡gracias Papá!).
La mielina es una capa de tejido graso que crece alrededor de las neuronas, la cual permite que estas se activen más rápido y de manera más limpia.
Cuando estamos aprendiendo alguna habilidad, sea esta física o intelectual, lo que estamos haciendo es creando circuitos en el cerebro que permiten ejecutar dicha tarea. La práctica reiterada hace que se desarrolle más mielina en los circuitos relevantes para dicha habilidad. Cuanta más mielina desarrollamos en esos circuitos neuronales, más fácil y con mayor eficacia se activan.
Para favorecer el desarrollo de mielina debemos practicar la habilidad de manera exclusiva y concentrada. Cuando intentamos aprender en medio de distracciones lo que ocurre es que hay muchos circuitos activados en el cerebro y esto evita que se forme suficiente mielina alrededor de los circuitos relevantes para nuestro aprendizaje.
Hoy no solo es la televisión la que atenta contra nuestra concentración: WhatsApp, Facebook, el correo electrónico y tantas otras cosas diseñadas para capturar nuestra atención, son una amenaza constante.
En la sociedad del conocimiento, la capacidad de concentración es un verdadero superpoder, no sólo nos permite aprender asuntos complejos más rápido, también es un aliado fundamental de la productividad.
Quienes sean capaces de concentrar su atención de manera intensa serán quienes con más facilidad prosperen en la sociedad actual.
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