“Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrar en ningún otro lugar” Arthur Schopenhauer
Normalmente, de una forma u otra, la gente adoptamos hábitos regulares, ya sea en modo personal, profesional, en nuestro día a día.
Hay muchos puntos en nuestra trayectoria de formas de aprender, la propia experiencia de la vida, la propia experiencia del trabajo, la educación recibida o aprendida, unas en la medida de la importancia, a veces causadas por acciones negativas, o situaciones negativas vividas que nos realza a aprender más.
Simplemente estamos haciendo una vida, para conseguir por medio del sudor de nuestra frente y el dolor de nuestros propios pensamientos, los cuales, cierto día escuché que nuestro dialogo interior tiene entre un 80-85 % de pensamientos negativos, de los cuales el 90 % no somos conscientes de nuestro dialogo interior. Por lo tanto toda emoción es un aprendizaje, ya sea de forma directa, indirecta, positiva o negativa.
A raíz de una entrevista, dónde quisieron ver la persona que tenían delante, a través de la grafología, podían conocer incluso si habías padecido algún tipo de accidente grave a lo largo de la misma. ¿Increíble no?, más allá de ello, también junto a la combinación de los rasgos de la cara también podían sacar información científicamente demostrada.
Al final, nuestra forma de ser, nuestro pensamiento, nuestra forma de actuar muchas veces nos vienen marcados desde el pasado, el cual muchas veces si lo sabemos detectar podemos llegar a una conclusión que del mismo podemos aprender. Por ello el aprendizaje siempre es continuado, de una forma u otra, y si paramos nos vamos a ir abajo.
Es por ello, que desde hace unas semanas atrás a raíz de nuestro poder en la reflexión, volví a darle un giro de tuerca más al blog, a crear más espacios, más contenido diverso, pero que en su conjunto fuera alineado tanto al propio blog, como a mi vida personal y profesional, por ello volví a mirar hacia atrás, a ver que podíamos hacer para cambiar, para retomar esos hábitos que de una forma u otra pueden desaparecer o nos pueden volver a aparecer.
Si algo hemos aprendido, es que sin esfuerzo no hay acción, sin acción no hay resultado, sin resultado no hay ni pérdida ni beneficio.
Por cierto, los hábitos, siempre son a raíz de cómo somos nosotros, no hay ni 10 ni 1001 hábitos, hay centenares de miles o más, lo que cada uno, al ser diferente podemos elegir cuales si o cuales no.
1) Mantengamos un diario, una rutina.
El aprendizaje reflexivo se realiza con una rutina, con diario, con programarse acciones que después, estas salgan de forma automática o por su propia inercia. Desde que podemos escribir las cosas que nos han ido bien durante el día, para luego intentar aplicarnos las a nuestros planes, para el futuro próximo, que aunque no lo conozcamos, poco a poco, vamos escribiéndolo y reescribiéndolo de nuevo. Escribamos las cosas que salieron mal durante el día y aprendamos de ellos, probemos algo diferente la próxima vez que se produzca la misma situación.
Haciendo lo mismo repetidamente y esperar resultados diferentes no sólo va a movernos hacia adelante.
Este ejercicio no sólo es a veces de escribir, sino apuntar, tomar nota, para luego pasar a la acción, el hecho de hacer cosas a diario, de forma rutinaria nos puede ayudar a no caer en el olvido de estar inmersos en esas cosas que nos puedan estar afectando en nuestro día a día.
Según la situación que estemos viviendo, la rutina a veces es la mejor de todas, para no dejar de hacer cosas, la rutina de hacer ejercicio, mental o físico, aunque sea de andar, la rutina puede ser diaria, como horaria, o semanal, pero al final termina por ser nuestra rutina.
2) Administramos nuestro tiempo.
Las cosas a las que queramos dedicar toda nuestra atención, serán de forma positiva, ya sea para nosotros mismos o para otras personas. Los que gastamos la mayor parte de nuestro tiempo y atención en otras cosas que realmente no nos importan o que no nos gusta hacer, poco a poco se estaremos cavando dentro de nosotros mismos, un agujero que nos separarán de las cosas que nos hacen más felices.Tomémonos el tiempo para dirigir conscientemente nuestro tiempo y atención hacía las cosas que nos mueven hacia adelante, que nos hacen más fuertes.
3) Control de nuestro presupuesto.
Hace meses atrás, a través del blog de Ernesto Scardigno, en sus borradores urbanos, nos hablaba de las finanzas emocionales, al igual que el propio autor, pienso igual, cito textualmente:
“Me considero, como seguramente tú, ciudadano común y además trato de ser militante del “sentido común” y es verdad, si me preguntas ¿qué es el sentido común? Podría darte respuestas que se acerquen o alejen de tu idea al respecto, pero yo lo trataría de definir como aquella mirada de la realidad que no requiere de sofisticación, ni de prolongadas elucubraciones para ser interpretada, sino más bien de una simpleza interpretativa, que se traduce en simpleza de acción, en procura de buenos resultados.
Cuando me refiero a “sentido común” en finanzas personales, es poner foco en cómo optimizar nuestros ingreSOS, para no quedar atrapados en un urgente ¡S.O.S!, justamente las tres coincidentes últimas letras de la palabra ingres.o.s. Todos queremos mejorar nuestros ingresos, pero mientras ello se pueda dar, lo necesario es que los podamos aprovechar con muy aceitado manejo de gastos, consumos, deudas, formas de pago y financiación y ahorro.”
En él nos habla de una formula basada en:
“en toda nuestra etapa activa deberemos procurar un manejo de nuestras finanzas tal, que nos permita priorizar el ahorro por sobre los gastos, consumos, deudas, créditos y hace ya par de años que establezco una fórmula emocional de ahorro, que es:
A=V+P-r+O
Donde: Ahorro=Voluntad+Paciencia-resignación+Optimismo“
En este punto, tan simple, si observamos todo y todas las personas que nos rodean, en el grado de las 6 personas interconectadas, veremos que estamos todos más o menos en la misma proporcionalidad, diferentes escalas de “valor” monetario, pero sufriendo o viendo un mundo sumergido en el CAOS, de la economía global, dónde si entre todos no nos ayudamos, difícil vamos a tirar el mundo hacía adelante, es por ello que este tema lo quería hoy trasladar aquí.
Escribí una reseña del mini ebook del propio autor, porqué a veces, algo tan simple se nos va de las manos, hemos visto mil situaciones diferentes pero parecidas a su vez, es por ello que hace un tiempo atrás quise ir sumando con cada post, artículo al blog, con un 1%, parecerá poco, pero si entre todos sumamos un 1%, podemos ir cambiando la vida a mucha gente.
4) Tratemos nuestro tiempo como un bien valioso.
Muchas veces, no nos damos cuenta que nuestro tiempo es valioso, cada instante que perdemos en una acción que no nos aporta o que no suma, es tiempo perdido, tanto en nuestra vida profesional como personal, el tiempo pasa, la vida pasa y nosotros nos vamos envejeciendo, el “forever young”, no deja de ser un desde un título de una canción, a un sueño que muchos hemos llegado a desear, pero no nos olvidemos que hoy estamos aquí y mañana allá.
5) Construyamos una Autodisciplina.
Sabemos lo que queremos y sabemos lo que vamos a hacer para conseguirlo, es un buen punto y lugar para comenzar. Sin embargo, necesitaremos un cierto grado de autodisciplina para ser capaces de avanzar, hacer los sacrificios necesarios para lograr nuestros objetivos, éxitos etc., en definitiva lo que queramos conseguir o alcanzar, es por ello, que esto no va de un día ni de dos ni de una semana ni tampoco de dos, va de un recorrido a largo plazo.
Cuando os hablaba del símil entre el liderazgo y las artes marciales, uno de los puntos era el de aprender una disciplina, que en este caso la podemos extrapolar a nuestra autodisciplina, la cual será marcada, por nuestra constancia, perseverancia, motivación, resiliencia, adaptación a los cambios etc.
6) El hábito de evitar gente negativa, el saber esquivar a posible gente tóxica.
Las personas con más éxito del mundo no habrían conseguido llegar a ello a su manera si se hubieran rodeado de personas negativas. Hay un lugar en este mundo para la negatividad, pero las personas negativas utilizan la negatividad como su posición por defecto. Tales personas son como si veneno desprendieran con cada acción, comentario negativo. Casi serían capaces de descargar una batería sólo con tocarla. Pueden llegar a dibujar el elemento vital de una idea, para luego matarla con una mirada en su cara, capaces de drenar la energía y el entusiasmo de un grupo, como un deshumidificador de alta potencia en un baño de vapor, llegando incluso a evaporar esa idea, que en otro entorno hubiera podido llegar a ser muy buena.
7) Hablamos para sumar, sumamos. No restamos.
Así que muchas personas tienen la costumbre de hablar de sí mismos hasta que no se dan cuenta que lo están haciendo. Algunas personas son sus peores propias pesadillas y lo hacen tan a menudo no saben que lo están haciendo. Nuestra posición por defecto es “no puedo”, “no debería” y “No”. Obtengamos el hábito de hablarnos conscientemente hacía nosotros mismos, meditemos. Podemos incluso pensar que no podemos hacer una tarea, pero la hacemos, miramos de hacerla de la mejor forma que sabemos hacer, y la tiramos hacía adelante, aunque implique cometer errores, los errores son humanos, y serán y formarán parte de nuestro aprendizaje.
8) Mantenernos en nuestros niveles.
A día de hoy, tanto en las empresas, en la vida profesional, personal, en el propio aprendizaje, mantener un nivel, a veces nos cuesta, por muchos factores, que nos pueden influir, os daré un ejemplo, el poder seguir escribiendo últimamente en este mismo blog, para mí, me está costando mucho, todo así, sigo escribiendo, tenía el presentimiento que el seguir escribiendo cada semana, habría un momento que me diría, “no puedo”, el mismo que antes os hablaba, el que nos resta, pero la constancia, la previsión de que habrían cambios, dónde los esfuerzos los habría de repartir hacía otro lado, ha seguido que de momento vaya por delante con el mismo, para ir manteniendo el mismo nivel, no sé si de la misma calidad de contenido o contenidos, pero intento, lo intento y sigo, prosigo, miro hacia adelante, para seguir gestionando el cambio.
9) No doblemos la voluntad de nadie.
Una de las cosas más difíciles acerca de las personas es su impulso poco sofisticado y la base a terminar a ceder en una situación difícil. Casi parece como si los seres humanos no tenemos el control sobre nuestros impulsos. Llevamos años, meses, recibiendo por parte de toda la situación que estamos viviendo, a ceder, a ceder por todo, si miramos en la red, como estamos día si día también toda una problemática que puede ir desde la parte económica en general, la parte del racismo, personas que desesperan por un puesto de trabajo, ofertas que sin menos precio a ellas, no sé corresponden de lo que se pide a la discriminación que pueda haber ya sea por sexo, edad, o simplemente por la situación que esa persona está viviendo, intentado doblegarla, indiferentemente de la red social que se trate, personas que se les tiran al cuello, que no se andan con rodeos, desde redes como LinkedIn, hasta redes más personales tipo Twitter o Facebook. Sin embargo, si se toma un paso atrás, descubrimos que es un ser humano con un pensamiento lateral, con la capacidad de vivir con su propio pensamiento sin actuar sobre él mismo y por supuesto sin actuar con los demás. Siendo controlado por algo opuesto incluso a su forma de ver las cosas, al final, muchas veces terminamos oyendo, “esto es normal”, ” está sucediendo”, es aquí cuando se está transformando en un muy mal hábito que luego cuando quieran o queramos parar, no podremos, dado que para entrar, lo hicimos o lo hicieron de forma lateral y no frontal.
Criticamos por impulso, muchas veces por automatismo, pero hemos parado a pensar. ¿Cómo se siente la otra parte, las otras partes? ¿Cómo podemos intentar ayudar, colaborar, cooperar con los demás? ¿Qué parte hay, que no entendamos que vivimos en un mundo global, dónde somos todos personas? ¿Cuando podermos decir no en vez de si?
10) El deporte nos hace más fuerte, pero el ejercicio constante aún más.
Hay una ventaja competitiva que puede ser transmutada, más poderosamente, a otras áreas de nuestra vida para que podamos sobresalir. El deporte en estado puro no se trata de dañar a los otros jugadores para salir adelante; se trata de convertirnos en el pensador de nivel “superior”, táctico, e intérprete (Cuando digamos superior, nos referimos a adelantarnos a situaciones que se puedan plantear, dado que al menos, por mi forma de ver las cosas, pensarlas y reflexionarlas, nadie es mejor que nadie, todos por igual, pero somos distintos, con nuestras cualidades y defectos). Lo mismo es cierto de la vida. No tenemos que pisotear a nuestros competidores para salir adelante. Antes vivíamos en un mundo cada vez más competitivos, donde el canibalismo parecía estar a la orden del día, pero ha tenido que suceder algo social, para que muchos vayamos despertando de un modo u otro, unos antes, otros después, pero tarde o temprano, nos damos cuenta que no es el ser el más fuerte, o el más competitivo, ni el mejor, sino el que tiene un ejercicio constante, dónde ve que el camino ha de ser diseñado a largo plazo, aunque nos encontremos una y otra vez más obstáculos.
Estos 1001 más 1001 más, que podríamos ir siguiendo, lo único que nos ayudan, a poner orden en un mundo donde la incertidumbre, el miedo a, la falta de adaptación, la falta de creatividad, la falta de dar un paso en firme, incluso la falta de comunicación en las personas, cada vez más híper conectadas, pero olvidando el contacto humano, lo siento, pero no, prefiero llamar a la gente, hablar con ella sobre la mesa, delante un café, saliendo a pasear, compartiendo el valioso tiempo que antes hablábamos.
Y aunque todo tiene espera, hemos de saber cuándo nos ponemos en On o cuando en modo Off.
«El peor error que se puede cometer en la vida, es vivir temiendo que se va a cometer uno». – Elbert Hubbard.
Gracias por leerme, por disfrutar, por compartir.
Ricard Lloria by @Rlloria
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