María Mikhailova
Estoy terminando un libro, un libro que me tiene fascinada. Y no porque me cuente cosas totalmente nuevas que no conocía hasta ahora, sino porque reúne todo lo que una persona necesita saber para cambiar su vida: coaching, filosofía, nuevos hallazgos científicos, espiritualidad...
Estoy hablando por supuesto de «La voz de tu alma» de Laín García Calvo. Hace poco lo entrevisté en exclusiva en mi blog y ha sido de las entrevistas más profundas e interesantes que he hecho últimamente.
Y hoy, que entramos en septiembre y empieza un nuevo año escolar he echado una mirada hacia atrás para darme cuenta de todo lo que alcancé en el último año: justo desde el 31 de agosto de 2015 cuando volvía de Holanda a España, cargada de 2 maletas, un sueño y miles de metas por cumplir.
Escribo estas líneas frente al mar y doy las gracias al Universo por todo y por tanto que recibí en estos últimos 365 días desde aquel día. No todas las metas se cumplieron, pero algunas también fueron superadas con creces.
Septiembre siempre ha sido un comienzo nuevo para mí y lo es para muchas personas. Es bueno hacer balances, fijarse metas, prepararse para el último cuatrimestre del año. Los niños empiezan el cole, los jóvenes el instituto o la universidad. Algunos empiezan un trabajo nuevo... o vuelven después de las vacaciones al trabajo de toda la vida.
Aunque no todos volvemos contentos de nuestras vacaciones. Pero sí está en nuestra mano empezar de nuevo. Empezar. Empezar, ésta es la clave.
El éxito es más fácil de lo que nos han contado
El libro de Laín lo he ido saboreando despacio, poco a poco, porque no es un libro para leerlo de un tirón (o sí, depende de cada uno). Hay mucha información de altísimo valor y el autor nos habla de las leyes que rigen el Universo para atraer aquello que deseamos a nuestra vida, así como de la importancia de visualizar y pasar a la acción, a pesar del miedo, de las dudas...
La última parte del libro va más enfocada en la acción. Y hoy leía un capítulo que simplemente me maravilló: el éxito es fácil.
Y aquí te comparto algunos de los fragmentos que más me han llamado la atención.
“Siempre estamos buscando las cosas complicadas para hacer. Creemos que lo complicado es lo que marca la diferencia. La mayoría de las veces ni siquiera empezamos algo porque creemos que será demasiado difícil. Pero lo que ocurre es que en realidad nosotros sabemos lo que debemos hacer, y es el hecho de no hacerlo lo que hace que las cosas se vuelvan difíciles.”
“Son las pequeñas cosas que dejamos de hacer las que hacen nuestra vida complicada”.“Decide hacer lo sencillo, de forma prolongada, y cambiarás tus hábitos... y entonces cambiarás tu vida”“La diferencia entre los que tienen una vida de éxito y los que no es que todos saben cómo hacerlo pero sólo los que lo hacen son los que consiguen tener éxito”
¿El éxito es fácil? ¿De verdad? Si nos parece a la mayoría todo lo contrario... Pero leyendo con atención lo que Laín nos propone, me parecía cada vez más real su afirmación.
Lo que diferencia a las personas que consiguen sus metas de las que no es que los primeros hacen cosas fáciles cada día, tan fáciles que es muy fácil —y valga la redundancia— dejar de hacerlas. Los segundos, los que no consiguen sus metas, ven esas actividades tan fáciles que no les prestan demasiada importancia y las abandonan... y siguen con su vida de antes.
Y es que para lograr algo importante, no hace falta empezar por lo difícil, sino tomar las primeras acciones y ser consecuentes con ellas a lo largo del tiempo. Aunque aburran, aunque nos parezcan tediosas, aunque estemos hartos de hacer siempre lo mismo y el objetivo final parezca estar lejos.
El poder de las pequeñas decisiones
Por supuesto, un ingrediente esencial en la consecución de nuestras metas es la confianza, la fe de que vamos a lograrlo. Es muy fácil rendirse, es muy fácil sucumbir a la pereza, es muy fácil distraerse y caer en recompensas cortoplacistas, ¿verdad?
Porque aunque las acciones parezcan pequeñas y fáciles cada día, el camino puede ser largo, dependiendo de nuestra meta.
Hace 2 años tomé una decisión importante en mi vida, de las más importantes: dedicarme al coaching. No sabía con certeza si me iba a ir bien o mal, si me iba a encantar la profesión o iba a tirar la toalla. No tenía la seguridad de que pudiera vivir de ello. Pero decidí y pasé a la acción, con todas mis dudas y mis miedos.
Cuando me tocó presentar el proyecto fin de master, tuve nuevas dudas. Sí, la profesión me gustaba, pero debía especializarme en un campo concreto, no podía ser una coach generalista: relaciones, trabajo, familia, espiritualidad, miedos, emprendimiento... Claro que me encantaba todo, pero entonces sería una coach más sin marca personal clara.
Tomé otra decisión dejando fuera las demás: reinvención profesional y realización personal. Temas que me apasionaban y me movían por dentro. Encontrar nuestro propósito, un aspecto que me parece esencial en nuestra vida. Podía haberme equivocado pero no pasaría nada: siempre podría rectificar.
El año pasado cambié por completo mi blog: ya no era una página personal y amateur, tenía un aspecto mucho más profesional. Empecé a tener mis primeros clientes.
A principios de este año lancé mi primer infoproducto, MailCoaching para descubrir tu pasión y reinventarte. Pensé que si al menos 50 personas lo compraban habría llegado a la meta. A día de hoy lo han adquirido más de 100 personas de diferentes países del mundo y lo siguen comprando sin apenas promocionarlo yo. Y además sigo recibiendo feedbacks muy positivos en cuanto al curso.
En los últimos meses he lanzado varios programas de coaching y mentoring y cuento en estos momentos ni más ni menos que con 15 clientes, algo impensable para mí a principios de este mismo año.
No subestimes todo lo que puedes conseguir en un año
Decisiones. La clave son las decisiones. Decidir qué quieres lograr e ir a por ello. No rendirse, no quedarse atrás, cada día ir trabajando poco a poco, cada día dando un poco más de ti.
Empecé mi blog hace 3 años sin apenas visitas, y a día de hoy es considerado un blog de referencia en el desarrollo personal y profesional de habla hispana.
Algunas personas abren su blog, terminan su formación como coach y se quejan de que nadie les lee o no les llegan clientes. ¡Es totalmente normal! Yo estuve ahí, escribía cada semana, ¡cada semana! Aunque no hubiera ni un sólo comentario, aunque no obtuviera un sólo me gusta en mi página de Facebook. La clave es tener constancia, perseverancia, confianza y mucha, mucha paciencia.
O como dice Tino, mi profesor y coach:
Trabajo mucho con personas que desean reinventarse y cambiar de vida, de profesión... y acuden a mí con miedos, dudas, creencias limitantes en cuanto a la edad, su situación financiera, su falta de formación o de experiencia. Les entiendo a la perfección, porque yo también pasé por lo mismo cuando decidí darle un giro a mi vida con 33 años.
Pero gracias a mi propia transformación, mi propia experiencia (que cuenta aún más que la formación profesional, porque lo he vivido en primera persona), tengo argumentos con los que rebatir sus creencias, sus dudas, sus miedos.
Tengan 30, 40 o 50 años, siempre les digo. ¿Sabes cuánto tiempo se necesita para convertirte en un experto top en un campo nuevo? Unos 10 años. Si empiezas ahora en algo que te apasiona, aunque no tengas la experiencia o formación necesaria, en 5 años podrás ser un profesional muy bueno en tu campo... y en 10 años, si quieres, convertirte en una referencia en tu sector.
Lógicamente para llegar a eso hay que trabajar muy duro cada día. Y este camino tan largo al principio no te traerá recompensa, y parecerá que esto no avanza y que hay que buscar soluciones más rápidas y más prácticas... Pero si tienes un sueño que se convierte en tu faro, en tu propósito de vida, nada te impedirá llegar hasta ahí.
¿Qué decisión vas a tomar hoy?
Recuerdo mi primera sesión con mi profesor del estratégico y coach, Tino. No fue hace tanto, estamos hablando de hace 4 o 5 meses. Le comentaba que no tenía clientes apenas y que no aprovechaba realmente mi tiempo en mi negocio, no era productiva, no quería vender mis servicios, etc., etc.
–¿Cuál es el plan B, María?, me preguntó.
–¿Plan B? No tengo plan B.
–Pero si esto del coaching no sale, si no puedes vivir de ello, ¿qué harás?
–Tiene que salir. No tengo un plan B. No concibo un plan B.
Mi problema era que no quería ver que lo peor que podría pasarme era volver al mundo de la empresa, a trabajar por cuenta ajena “de lo que sea” como había hecho años atrás, por necesidad, por dificultades económicas... Al enfrentarme a aquella imagen que Tino me hizo visualizar en la sesión y que me dolió profundamente, mi mente reaccionó.
Haré lo que esté en mi mano para vivir del coaching. Los resultados hablan por sí sólos. En cuestión de meses pasé de 2 clientes a 15. En cuestión de meses.
Te cuento esto porque empieza una nueva etapa. En el hemisferio Norte y especialmente en España acaban de terminar las clásicas vacaciones de verano y empieza una nueva etapa. Yo ya estoy preparando nuevas estrategias con infoproductos y mejora de mis servicios anteriores.
¿Qué harás tú para aprovechar al máximo estos meses antes de que termine el año? ¿Qué planes que te habías propuesto a principios de 2016 no has cumplido a fecha de hoy?
Coaching estratégico para tomar mejores decisiones
En el post de hoy voy a compartir contigo poderosas preguntas del Coaching Estratégico que me ayudaron drásticamente a cambiar el enfoque de mi vida. A partir de ahí cambié mis creencias, cambié mis emociones y empecé a tomar mejores decisiones.
Y es que ésta es la premisa del coaching estratégico, así es cómo tomamos las decisiones y construimos nuestra realidad:
- Enfoque: es decir, donde pones tu atención o llevas tu energía
- Significado: lo que significan las distintas situaciones de tu vida para ti
- Emociones: las emociones surgen a partir de la unión de nuestro enfoque y significado
- Decisiones: las emociones nos llevan a tomar determinadas decisiones
- Acciones: las decisiones nos llevan a la acción o a la falta de ella
- Resultados: las decisiones que tomamos o dejamos de tomar nos llevan a determinados resultados que conforman nuestra vida entera.
ENFOQUE + SIGNIFICADO → EMOCIONES → DECISIONES → ACCIONES → RESULTADOS
Te voy a poner un par de ejemplos para que veas dos situaciones totalmente diferentes partiendo de las mismas circunstancias.
Ejemplo A
Si me enfoco en lo negativo, en que en España hay mucha crisis y todo está fatal, y le doy un significado de desesperación, de que “no hay nada que hacer” en esta situación, la emoción que obtendré puede ser de enfado o de miedo o de tristeza. Ese estado emocional me llevará a tomar decisiones basadas en la seguridad (no dejar mi trabajo, no salir de mi zona de confort) y en 10 años tendré la misma vida insatisfactoria que ahora o incluso peor: puede que me despidan y esto me acarree nuevos problemas y dificultades.
Ejemplo B
Pero esta misma situación puede ser vista de forma muy diferente por otra persona. Si a pesar de la crisis, creo que hay oportunidad para emprender, porque me fijo (me enfoco, presto atención) en personas que han emprendido y les ha ido bien y estudio casos de éxito de estas personas; y a la crisis le doy un significado de oportunidad, genero emociones como optimismo, valentía, alegría, determinación. Esto me lleva a tomar la decisión de formarme y emprender, por ejemplo. Y mi vida en 10 años será muy diferente al primer caso.
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