CAMPUS-LABORATORIO DE INNOVACIÓN
- El programa Imagine presenta soluciones innovadoras impulsadas por jóvenes talentos
¿Qué pasaría si un contrato, en vez de ser un documento de word, estuviera escrito en código informático? Por ejemplo, que cuando un contenedor llega al puerto y se descarga la mercancía, un sensor lo detecta y entonces hace que se ejecute la orden de pago. La aplicación de los smart contracts a la logística es una revolución que SeeLo ha convertido en un mercado, en respuesta al reto planteado por Cuatrecasas en el programa Imagine de este año.
Imagine es un campus-laboratorio de innovación que reúne a 12 personas –este año, de entre quince y treinta y pico años–, todos seleccionados en diferentes procesos y entre 1.400 candidatos. Durante un mes de convivencia en Silicon Valley, la meca de la innovación y el emprendimiento, el equipo se enfrenta a situaciones y territorios nuevos, para imaginar soluciones nuevas.
Y así ha surgido también Yama, un sistema de distribución colaborativa pensado para el gran consumo, que responde a un reto logístico planteado por la empresa de aperitivos Frit Ravich, otro de los patrocinadores de Imagine de este año. O Sharge, una respuesta colaborativa para compartir el uso de las estaciones privadas de carga para vehículos eléctricos, en el marco del reto de Audi. O Sharing, un anillo inteligente, vinculado a una app y que sirve de llave de acceso a bienes de consumo colaborativo, como una casa de Airbnb o un coche de Avancar; es el proyecto impulsado por Fundació Imagine, y ya se prepara para desarrollarse como empresa.
“Hacemos innovación disruptiva para las empresas” explica Xavier Verdaguer, fundador de Imagine en 2011, y que ayer presentó en Barcelona los resultados de esta sexta edición del programa. “Es normal que muchas de estas soluciones fracasen como producto comercializable” explica Verdaguer. “Pero de los 108 proyectos que hemos desarrollado en estos años, alrededor del 60% se han llevado a término y han conseguido levantar inversiones de más de 10 millones de euros”, asegura. El más llamativo fue el proyecto Vincles, surgido a partir de un reto del Ayuntamiento de Barcelona para mejorar la soledad de las personas mayores: en el Imagine de 2014 se ideó una tableta de muy fácil uso para que los mayores se comuniquen con sus familiares y amigos; el proyecto recibió un premio de Google de 5 millones de dólares, y ya se está empezando a poner en práctica, explica Verdaguer.
Imagine lleva 16 programas: los de julio en Silicon Valley; los viajes en tren Barcelona-París-Londres en febrero con retos para el Mobile, o este agosto en ruta Chile-Perú-Colombia. “¡Hacemos locuras, pero funciona!”. Para 2017 prometen al menos una edición en cada continente, siempre con el modelo de retos de patrocinadores, equipos de gente nueva y una metodología propia, bautizada Lombard, en honor de las curvas de la mítica calle de San Francisco.
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