“Las personas que reportaron leer libros tan solo media hora al día tienen una ventaja significativa en cuanto a longevidad sobre quienes no leen nada”
Esta semana el New York Times publicó un artículo que hace eco de una investigación que encontró que las personas que leen libros tienen vidas más largas que quienes no los leen.
“Las personas que reportaron leer libros tan solo media hora al día tienen una ventaja significativa en cuanto a longevidad sobre quienes no leen nada” afirmó Becca Levy, profesora de epidemiología en la Universidad de Yale y directora del estudio.
Se ha demostrado que la lectura reduce la ansiedad en las personas; leer relaja. Dado que el estrés crónico tiene efectos severos sobre nuestra salud, causa inflamación y deteriora el sistema inmunológico; leer es una forma de revertir sus efectos.
Otra de las maneras como la lectura nos ayuda a vivir más tiempo es debido a la información que proporciona.
Esta semana terminé de leer el magnífico e indispensable libro de Michael Pollan, El detective en el supermercado y estoy convencido que quien ponga en práctica las recomendaciones del autor, reducirá de forma drástica las probabilidades de adquirir graves enfermedades y, por lo tanto, tendrá muchas posibilidades de tener una vida más longeva.
Resulta que muchas de las enfermedades más graves y mortales (cáncer, diabetes, hipertensión, síndrome metabólico) que son comunes entre nosotros, no lo son en otras culturas. Y no se debe a factores genéticos, es a causa de nuestra dieta. Cuando las personas de origen oriental se trasladan a vivir a occidente y adoptan nuestra dieta, en sólo una generación se vuelven tan propensos como nosotros a dichas enfermedades.
No solo es Michael Pollan quien advierte de los peligros de nuestra dieta, dentro de la comunidad médica y científica hay pleno acuerdo sobre el daño que causa. El consumo de alimentos ultra procesados, cargados de compuestos químicos que la industria alimenticia les adiciona para potenciar su sabor y alargar su conservación, además de hidratos de carbono refinados y azúcares, son los principales causantes de un gran número de enfermedades que desde hace apenas unas décadas nos azotan.
No es que dichas enfermedades no existieran antes, lo que ocurre es que después de la industrialización de los alimentos se presentan con mucha mayor frecuencia.
Ahora bien, esta información está disponible para cualquier persona interesada; basta con leer uno de los muchos libros que existen sobre el tema para descubrirlo. Sin embargo, como lo sabemos todos, son más las personas que ven televisión que aquellas que leen.
El ver televisión no solo te aleja de los libros con información valiosa, también te hace más vulnerable (debido a la exposición a los comerciales) a consumir el tipo de producto que está afectando nuestra salud.
Los libros no sólo te ayudarán con la dieta y la salud; cualquier dificultad que estés afrontando seguro que hay alguien que ya la vivió y que tuvo la gentileza de dejar por escrito sus experiencias y la manera como lo resolvió.
Problemas de pareja, baja autoestima, insatisfacción laboral, falta de habilidades, hijos insoportables, mascotas desobedientes… para cualquier cosa que se te ocurra, hay un libro dispuesto a ayudarte.
Si todavía te faltaban razones para hacer de la lectura un hábito, ya puedes agregar una más: vivirás más años.
“Las personas que reportaron leer libros tan solo media hora al día tienen una ventaja significativa en cuanto a longevidad sobre quienes no leen nada” afirmó Becca Levy, profesora de epidemiología en la Universidad de Yale y directora del estudio.
Se ha demostrado que la lectura reduce la ansiedad en las personas; leer relaja. Dado que el estrés crónico tiene efectos severos sobre nuestra salud, causa inflamación y deteriora el sistema inmunológico; leer es una forma de revertir sus efectos.
Otra de las maneras como la lectura nos ayuda a vivir más tiempo es debido a la información que proporciona.
Esta semana terminé de leer el magnífico e indispensable libro de Michael Pollan, El detective en el supermercado y estoy convencido que quien ponga en práctica las recomendaciones del autor, reducirá de forma drástica las probabilidades de adquirir graves enfermedades y, por lo tanto, tendrá muchas posibilidades de tener una vida más longeva.
Resulta que muchas de las enfermedades más graves y mortales (cáncer, diabetes, hipertensión, síndrome metabólico) que son comunes entre nosotros, no lo son en otras culturas. Y no se debe a factores genéticos, es a causa de nuestra dieta. Cuando las personas de origen oriental se trasladan a vivir a occidente y adoptan nuestra dieta, en sólo una generación se vuelven tan propensos como nosotros a dichas enfermedades.
No solo es Michael Pollan quien advierte de los peligros de nuestra dieta, dentro de la comunidad médica y científica hay pleno acuerdo sobre el daño que causa. El consumo de alimentos ultra procesados, cargados de compuestos químicos que la industria alimenticia les adiciona para potenciar su sabor y alargar su conservación, además de hidratos de carbono refinados y azúcares, son los principales causantes de un gran número de enfermedades que desde hace apenas unas décadas nos azotan.
No es que dichas enfermedades no existieran antes, lo que ocurre es que después de la industrialización de los alimentos se presentan con mucha mayor frecuencia.
Ahora bien, esta información está disponible para cualquier persona interesada; basta con leer uno de los muchos libros que existen sobre el tema para descubrirlo. Sin embargo, como lo sabemos todos, son más las personas que ven televisión que aquellas que leen.
El ver televisión no solo te aleja de los libros con información valiosa, también te hace más vulnerable (debido a la exposición a los comerciales) a consumir el tipo de producto que está afectando nuestra salud.
Los libros no sólo te ayudarán con la dieta y la salud; cualquier dificultad que estés afrontando seguro que hay alguien que ya la vivió y que tuvo la gentileza de dejar por escrito sus experiencias y la manera como lo resolvió.
Problemas de pareja, baja autoestima, insatisfacción laboral, falta de habilidades, hijos insoportables, mascotas desobedientes… para cualquier cosa que se te ocurra, hay un libro dispuesto a ayudarte.
Si todavía te faltaban razones para hacer de la lectura un hábito, ya puedes agregar una más: vivirás más años.
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